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Comentario al Evangelio del día

Vivir la experiencia de dejarse encontrar por Jesús, dejarse transformar por su amor, es una situación que genera una nueva forma de vivir. Quien ha experimentado la presencia de Dios ya nunca será igual.

El Evangelio de hoy es esa invitación. Jesús no va a cualquier casa, él entra en la del principal fariseo y lo invita a vivir esta realidad, realidad que lo conduce a la apertura de los demás, y no de cualquiera, sino de los más despreciados, a los que no iban a poder devolvérselo.

Este Evangelio es una muy buena ocasión para preguntarse sobre la motivación, el interés, o qué buscamos con lo que hacemos. No basta solamente tener una buena intención, los actos son los que señalan nuestro obrar, y no son solamente nuestras obras, sino también lo que nos mueve a hacerlo. Aquello de San Pablo: “aunque yo repartiera todos mis bienes, si no tengo amor, no me sirve de nada”.

El Evangelio será siempre una invitación primero para dar lo que se tiene, pero no solamente eso, sino también será una continúa invitación a darse, jugarse con aquel con quien se está colaborando.

La vida cristiana es una constante entrega a la vida de los demás, porque es ahí donde descubrimos la verdadera felicidad, que nos permite experimentar el paso de Dios en nosotros. La vida cristiana es salirse de sí mismo, es abrirse a nuevas realidades, hacia nuevos mundos, hacia horizontes nuevos. Vivir la vida cristiana nunca será aburrido, porque siempre nos dejará profundizar la belleza de una vida humana; vida humana que no debe cerrarse, que no debe esconderse en mezquindad, en la cortedad de la entrega; vida humana que ante el encuentro con Jesucristo, el Dios hecho hombre, se ve transformada por un amor transformante, sin diferencia, sin discriminación.

Qué bueno es que en Dios y en su Palabra siempre estamos siendo motivados a más; qué suerte que la monotonía o la rutina no caben en la vida cristiana.

El Evangelio es invitación y a la vez fuerza para hacerlo, siempre estemos atentos a nuestras obras y la motivación que tenemos al hacerlas.

(Pbro. Maximiliano Turri)

Bienaventurada


Bienaventurada María, la mil veces nombrada de distinta manera, porque el Señor ha mirado la humildad de su sierva, y por eso te llamarás, te llamaremos, Señora de la Viña y de la Oliva, del Mar y de la Montaña, del Castañar y del Pino, y del Arroyo y de la Cañada, y de los Azahares y del Romero, de Atocha, del Juncal, del Acebo, del Brezo y del Henar. Tantas cosas sencillas, flores, palabras de cada día del labriego, del pastor, del caminante…


San Quintín, mártir

Fue hijo del senador romano Zenón, y conocido en Roma por sus riquezas y el favor que gozaba en el palacio del emperador.
Desde el día que recibió el bautismo, se ofreció al papa San Cayo para llevar la fe a las Galias.
El pontífice le dio por compañero a San Luciano y ambos predicaron en los pueblos que hallaron a su paso hasta llegar a Amiens. En poco tiempo en esta ciudad se formó una de las Iglesias cristianas más florecientes de las Galias.
Hasta que llegó la persecución de Diocleciano. El prefecto Riccio Varo mandó encarcelar a Quintín y con el propósito de obligarlo a renegar de su fe lo sometió a innumerables y crueles torturas.
Por último lo mandó degollar. Era el año 303.

Lc 14, 1. 12-14

Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Jesús dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!".

Aplicando sentidos

Señor, déjame ir contigo
sólo quiero caminar
detrás, pisar donde pisas
mezclarme entre tus amigos.
Recorrer esas aldeas
que habitan los olvidados
los que no recuerda nadie
ver como los recuperas.
Quiero escuchar tu palabra
simple y preñada de Dios
que aunque a muchos incomode
a tanta gente nos sana.
Quiero sentarme a tu mesa
comer del pan compartido
que con tus manos repartes
a todos los que se acercan.
Y un día tocar tu manto
como esa pobre mujer
suave, sin que tú lo notes
arrancarte algún milagro.
Esa que todos marginan
se atreve a abrazar tus pies
y derrama su perfume
porque en ti se ve querida.
Que de tanto ir junto a ti
pueda conocerte más,
tú seas mi único amor
y te siga hasta morir.

Comentario a la lectura Mt 23,1-12

La cátedra de Moisés de la que Jesús habla no era ningún sitio concreto; quiere decir que los maestros de la Ley y los fariseos de su época, que eran los que más estudiaban y conocían los libros de las Sagradas Escrituras, tenían la responsabilidad de transmitir al pueblo las enseñanzas de Dios. Ellos sabían mucho sobre la Biblia, pero Jesús les acusa de no vivirla, de no cumplir lo que dicen. Pedían a la gente el cumplimiento estricto de todas las normas, pero ellos faltaban a la más básica, el amor a Dios y a los demás.

Jesús les recrimina que les gusta hacer ostentación social y religiosa. Las filacterias, por ejemplo, son unos pequeños estuches que contienen varios papelitos con fragmentos de la Escritura y se llevan atados a la frente y al brazo izquierdo (el del lado del corazón); los fariseos preferían llevar filacterias vistosas para que todo el mundo pensase que eran personas muy religiosas.

Para Jesús, en cambio, la religiosidad se vive de otra manera. Ante todo, reconociendo que solo Dios es Dios; a pesar de que tantas veces hacemos diosecillos de muchas de las cosas de nuestro mundo, como el dinero, el placer, la comodidad, el ocio o el egoísmo. La fe que Jesús propone es humilde, es de quienes se ponen al servicio, de los que no buscan honores ni reverencias.

¿A quién dirige Mateo estas palabras? Alguien decía que el mundo se arreglaría si cada uno arreglase… la casa del vecino. Esto mismo nos puede pasar leyendo esta lectura. Todos tenemos fácilmente consejos y recomendaciones para que los demás hagan bien las cosas, pero cuando tenemos que aplicárnoslas a nosotros… la cosa cambia. Resulta fácil pensar que la lectura va dirigida a los obispos, a los curas, a los que mandan en la Iglesia, y ciertamente es verdad, porque son responsables de seguir transmitiendo el evangelio. Pero las palabras de Jesús también se pueden aplicar a cualquier cristiano. Todos nos podemos sentir tentados por las reverencias o los honores, que pueden ser de muchos tipos. Todos podemos tener recetas fáciles para los demás que no vivimos.

Para todos va dirigido, también, el final de la lectura, que es muy positivo: nos recuerda que Dios es Padre y que Cristo es nuestro Señor, y que todos somos hermanos. ¡Qué alegría tener un Dios así, paternal, y un jefe así, que da su vida por amor!

(P. Javier Matoses - Biblia y vida)


Madre


Madre, Tú que tanto has alentado y protegido a los apóstoles de todos los tiempos, haznos también a nosotros apóstoles de tu Hijo. Amén.



San Marcelo

SAN MARCELO DE TÁNGER (¿?-298) nació en Arzas, en la actual Galicia, en España; provenía de una familia de ciudadanos del Imperio Romano.

Las referencias nos presentan a San Marcelo como centurión de una legión romana, la Legio VII Gemina, que estaba adscrita a Hispania.

La legión se encontraba acantonada en la ciudad de León el 28 de julio de 298, día en que los romanos conmemoraban el onomástico de los césares.

Los centuriones presentaban armas ante el gobernador militar, Fortunato, pero San Marcelo se despojó frente a él de su cinturón militar, su espada y su escudo, y le dijo: “Yo soy cristiano, y por lo tanto sólo podía militar en el ejército de Jesucristo, hijo de Dios omnipotente.”

A Fortunato le pareció que el ordinario centurión había enloquecido. De modo que lo hizo aprehender y lo envió con su superior, Aurelio Agricolano, quien se encontraba en Tánger, para que él juzgara a San Marcelo.

Tres meses después, el 30 de octubre, San Marcelo es presentado ante Aurelio Agricolano, quien le enuncia los cargos y lo interroga. Pero el centurión remiso se mantiene firme, por lo cual es condenado a la decapitación.

Los restos de San Marcelo de Tánger permanecieron en esa ciudad del actual Marruecos hasta 1493, cuando el rey de Portugal recuperó para la cristiandad esa sede. Fueron entonces trasladados a León.

En la actualidad, las reliquias de San Marcelo de Tánger se conservan en un arcón de plata bajo el altar mayor de la iglesia que lleva su nombre en León, ciudad de la cual San Marcelo es santo patrono.

SAN MARCELO DE TÁNGER nos enseña el valor de mantener siempre la fe y la tranquilidad de espíritu.


Mt 23, 1-12

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar "mi maestro" por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar "maestro", porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen "padre, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco "doctores, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla, será elevado.

Creer de corazón y de palabra.

Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.
Negar que el dolor tenga la última palabra.
Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.
Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si tú estuvieras.
Avanzar a través de la duda.
Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.
Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.

Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados

¿Qué es Jesús para ti?

A. El Salvador
B. El Mejor Amigo
C. La Roca
D. Todas las anteriores
E. Otra?

María Inmaculada


Madre Inmaculada, que al mirarte nos hagamos puros, al escucharte nos apartemos del pecado, y al hablarte vayamos hacia Dios, Hijo tuyo. Que al contacto con tu pureza seamos para la tierra, sal purificadora...


San Narciso, obispo

SAN NARCISO DE JERUSALÉN (¿96?-¿212?) nació probablemente en el seno de una familia no judía que se había asentado en Palestina.

Por la época en la que nació, es probable que San Narciso haya recibido la fe de Jesús directamente de discípulos de los Apóstoles.

Podemos inferir por las fuentes históricas que hacia mediados del siglo dos San Narciso ya había sido nombrado presbítero, y ya desde entonces se destacaba por su sentido de la prudencia.

Hacia el año 180, cuando contaba con ochenta o más años, San Narciso fue designado como Obispo de Jerusalén, siendo el número treinta en la sucesión.

En su elevado cargo, a San Narciso de Jerusalén le correspondió presidir en 195 el Concilio de Cesárea, en el cual se buscaba unificar las fechas de la celebración de la Pascua en toda la cristiandad.

Acaso por envidia o por querer hacerlo a un lado a causa de ambiciones políticas, sucedió que tres de sus clérigos inventaron falsos testimonios para calumniarlo. En el momento de confrontarlos, los malos cristianos afirmaron que si mentían, uno se dejaría quemar, el otro morir de hambre y el tercero que le quitaran los ojos.

Ante lo cual San Narciso, en vez de defenderse, se retiró al desierto a vivir como eremita. Y se cuenta que Dios castigó a los difamadores con los castigos que ellos mismos se habían impuesto, de modo que sólo sobrevivió uno, que se quedó ciego.

Una vez pasado el incidente, San Narciso volvió a su diócesis. Sin embargo, luego de algunos años se retiró del cargo por sentirse muy anciano, con 110 años de edad, encomendándoselo a su coadjutor, San Alejandro. San Narciso vivió todavía hasta los 116.

A San Narciso de Jerusalén se le atribuye el milagro de haber transformado vasijas de agua en vasijas de aceite durante una celebración de Pascua, y así los asistentes pudieron encender sus lámparas en la noche. Es por esto que iconográficamente se le representa con una jarra a los pies.

SAN NARCISO DE JERUSALÉN nos enseña el valor de la fuerza de espíritu para ignorar las calumnias.


Lc 14, 1. 7-11

Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: "Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acércate más", y así quedarás bien delante de todos los invita dos. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado".

En Busca de Dios

¡Te necesito, Señor!,
porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante Ti.
¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
En el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo

Lc 6, 12-19

Una vez más celebramos la fiesta de dos apóstoles. Una efemérides de este tipo nos lleva a considerar la realidad de la Iglesia. Muchos la ven como lago que debería ser ya perfecto, sin mancha de ninguna clase y, al reconocer la humanidad de que está formada se escandalizan. Pero, el evangelio de hoy, nos recuerda como la Iglesia la forma Cristo contando con la libertad de los hombres. La Iglesia nace del corazón de Dios. Va unida inseparablemente a su designio de salvación y al hecho de la encarnación. El Verbo se hizo carne para salvarnos y, comunica su salvación verdaderamente a los hombres. De ahí que forme una Iglesia, que es su pueblo pero también su cuerpo.
El hecho de que se nos diga que Jesús pasó toda la noche en oración, antes de elegir a los doce apóstoles, subraya la trascendencia del hecho. La Iglesia siempre será sostenida por Jesucristo, que es su cabeza. No es una realización humana, sino algo querido por Dios, quien también se encarga de su crecimiento. Por la Iglesia nosotros nos unimos íntimamente a Jesucristo y participamos de su vida. También estamos llamados a unirnos a su sacrificio y a interceder por los hombres.
Es algo grandioso que Jesús cuente con los hombres para hacerse presente en todo el mundo. El realismo de la encarnación (nació en un lugar y tiempo determinados), se prolonga a través de multitud de personas que se han encontrado con Él y ahora son testigos suyos. Sin embargo, la Iglesia no se agota en la humanidad de cada uno de sus miembros. Perteneciendo cada uno de nosotros a ella, lo que sucede es más grande, porque Cristo está presente y actúa. Es la realidad de los sacramentos. Por ellos Jesús se acerca a las personas y las transforma. Pero Él quiere que ese encuentro vaya precedido por un anuncio. Los primeros evangelizadores fueron los apóstoles, y después todos los que fueron, por su mediación, tocados por la gracia e incorporados a la Iglesia.
San Pablo, en la primera lectura, nos indica que la Iglesia es el verdadero hogar del hombre. Este se va edificando en la historia. Jesucristo es la piedra angular que le da consistencia. La salvación se nos ofrece como un regalo, pero no nos quita la libertad. Por eso se dice que nos ensamblamos sobre el cimiento de los apóstoles pero, al mismo tiempo, estamos llamados a participar en la construcción.
El hecho de que sepamos el nombre de los Doce apóstoles, aunque de algunos sepamos relativamente poco, como es el caso de san Simón y san Judas, nos indica que cada persona es importante en la Iglesia. No se trata de un pueblo en el que se pierde la identidad ni de que quedemos absorbidos por la multitud. Singularmente Dios nos ama a cada uno de nosotros. El apóstol señala que nuestra vida en la Iglesia nos lleva a ser morada de Dios. Porque la Iglesia propicia el encuentro verdadero de Dios con cada uno de nosotros. Por él nuestra humanidad no queda abolida, sino que es elevada. Porque se nos libera del pecado y se nos permite vivir con mayor plenitud, como hijos de Dios.
El recuerdo de los apóstoles nos lleva a tomar conciencia de lo importante que somos cada uno de nosotros para Dios. En estos momentos de la historia se hace urgente profundizar en nuestra pertenencia eclesial. Vivir intensamente unidos a ella para que todos los hombres puedan reconocer que es signo del amor de Dios.


Dios cambiará tu vida


Donde no está Dios, pon a Dios y tu vida cambiará. ¿Está Dios en tu mente y en tu corazón en estos momentos? ¿O tu vida esta llena de problemas y preocupaciones que parecen no tener salida? Pon tu confianza en Jesús… Da ese paso en fe y dile, con todas tus fuerzas: "Jesús te rindo mis problemas y mis preocupaciones”... Dile: "¡JESUS SALVAME!"… Y Jesús, así lo hará… ¿Sabes por qué? ¡Porque TE AMA!

Ella


Ella es la mujer más encumbrada y la joya mas más noble de la cristiandad. Después de Cristo...ella es la nobleza la sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente.


Santos Simón y Judas Tadeo, apóstoles

La fiesta de estos dos apóstoles se celebra el mismo día porque los evangelistas los enumeran siempre juntos en el Colegio Apostólico, juntos misionan hasta el fin de su vida y juntos sufren el martirio.
San Simón, llamado "el Cananeo" para distinguirlo de Simón Pedro, lleva también en el evangelio de San Lucas el sobrenombre de Zelotes, porque pertenecía al partido de los judíos así llamados por su celo en favor de la ley.
San Judas, por sobrenombre Tadeo (valiente), era primo de Jesús: hijo de María, hermana de la Santísima Virgen y de Cleofás, hermano de San José. Era hermano también de Santiago, el menor, que fue el primer obispo de Jerusalén.
San  Judas es autor de una epístola canónica, dirigida a los fieles para ponerlos en guardia contra los falsos doctores que empezaban a turbar la Iglesia naciente.
Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Muy poco se sabe de estos dos apóstoles.
San Judas predicó el Evangelio en Mesopotamia y San Simón en Egipto, pero ambos llegaron a encontrarse en Persia, y allí, en la ciudad de Suamir, sufrieron juntos el martirio.
Según la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo por medio, y a San Judas Tadeo cortándole la cabeza de un hachazo, por eso muchas veces a San Simón lo pintan con una sierra y a San Judas Tadeo con una hacha en la mano.

Lc 6, 12-19

Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos, se detuvo en la llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Solo Tú

Porque nuestros proyectos se desmoronan y fracasan
y el éxito no nos llena como ansiamos.
Porque el amor más grande deja huecos de soledad,
porque nuestras miradas no rompen barreras,
porque queriendo amar nos herimos,
porque chocamos continuamente con nuestra fragilidad,
porque nuestras utopías son de cartón
y nuestros sueños se evaporan al despertar.
Porque nuestra salud descubre mentiras de omnipotencia
y la muerte es una pregunta que no sabemos responder.
Porque el dolor es un amargo compañero
y la tristeza una sombra en la oscuridad.
Porque esta sed no encuentra fuente y nos engañamos con tragos de sal.

Al fin, en la raíz, en lo hondo, sólo quedas Tú.
Sólo tu Sueño me deja abrir los ojos,
sólo tu Mirada acaricia mi ser,
sólo tu Amor me deja sereno,
sólo en Ti mi debilidad descansa
y sólo ante Ti la muerte se rinde.
Sólo Tú, mi roca y mi descanso

Querido Amigo:

¿Cómo estás?, te escribo esta carta porque quiero decirte que te amo, y me gustaría tener una relación más cercana contigo. Demás está que te pregunte como estás, porque estoy pendiente de ti cada minuto, y hasta ese último pensamiento que tantas veces te desvela, lo conozco.

Te noto a veces tan distante de mí, que he sentido miedo de perderte para siempre. Ayer te vi muy triste y quise arrancar de ti esa angustia, lo grité a los cuatro vientos pero no me buscaste. Te vi ayer hablando con tus amigos, te vi comer fuera de hora, y recorrí contigo la calle de tu casa, quise mirar con tus ojos eso que guardas y que te provoca tanta nostalgia, y quise que tú me escucharas pero no lo hiciste, y así esperé todo el día.

Al llegar la noche te di una hermosa puesta de sol para cerrar tu día, y una suave brisa para tu descanso. Después de un día tan agitado, esperé, pero nunca viniste. Te vi dormir anoche y quise tocar tu frente, envié rayos de luna que se reflejaron en tu casa para ver si te despertabas conmigo, pero seguías en tu sueño.

Quiero compartir contigo tantas cosas, pero no me dejas. En la mañana era tarde y te fuiste apresurado sin ni siquiera sospechar lo importante que eres para mí. Te amo y trato de decírtelo por medio del cielo azul, de la lluvia.... y mi voz se pierde como un eco detrás de tus pensamientos.

Te hablo al oído a través de las hojas de los árboles y el olor de las flores, te grito en los riachuelos de la montaña, doy a los pajaritos cantos de amor solo para ti. Te visto con el calor del sol y te perfumo el aire con el aroma de la naturaleza. Me escucharás cuando hagas silencio en tu interior, te intento guiar moviendo en ti buenos deseos, déjate llevar por ellos. No estoy en el más allá... estoy en tus pensamientos! Regálale una mrada de amor a todo el que te rodea y me descubrirás a cada instante.

Hoy busqué alguien que me prestó sus manos y esta hoja de papel para escribirte, en lo adelante escribiré en tu corazón si me lo permites, solo dime Sí... Yo sé que es duro vivir en este mundo, realmente lo sé, pero si confías en mi, a partir de hoy tendrás nuevas fuerzas. Habla conmigo, desahoga tus angustias y ansiedades que yo siempre tengo tiempo para ti, cuéntamelo todo, llora si quieres, soplaré tus lágrimas para acariciar tu rostro.

Llámame a cualquier hora del día o de la noche, que yo nunca duermo, y siempre te responderé. Si puedes caminar y mirar con amor el universo, con humildad tu rostro en el espejo, con ternura a aquel que te sonríe, con misericordia a aquel que te pide compasión, y con perdón a aquel que te hizo llorar... mi voz serán tus pensamientos!... Que no sea largo el camino que habré de recorrer tras de tí.

Tu amigo fiel, JESÚS.

Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo.

"La religión es una fuerza de paz, y la violencia, a menudo ejercida en nombre de las convicciones religiosas, en realidad la deforma y provoca su destrucción."

El papa Benedicto XVI lo subrayó este jueves, en el discurso que pronunciado en la basílica de Santa María de los Ángeles, en Asís, Italia, abriendo la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, con el tema “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”.

Entre los líderes religiosos que intervinieron en el encuentro están Bartolomé I, Arzobispo ortodoxo de Constantinopla; el arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Douglas Williams; el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fykse Tveit; el rabino del Gran Rabinato de Israel, David Rosen; el representante de la hinduistas, Acharya Shri Shrivatsa Goswami; y el Secretario general de la Conferencia Internacional de las Escuelas Islámicas, Kyai Haji Hasyim Muzadi.

Según Benedicto XVI, se pueden señalar dos nuevas formas de violencia, “diametralmente opuestas en su motivación”.

En primer lugar, está el terrorismo, “en el cual, en lugar de una gran guerra, se emplean ataques muy precisos, que deben golpear destructivamente en puntos importantes al adversario, sin ningún respeto por las vidas humanas inocentes que de este modo resultan cruelmente heridas o muertas”.

“Sabemos que el terrorismo es a menudo motivado  religiosamente y que, precisamente el carácter religioso de los ataques sirve como justificación para una crueldad despiadada, que cree poder relegar las normas del derecho en razón del «bien» pretendido. Aquí, la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia”.

“Esta no es la verdadera naturaleza de la religión –declaró el papa--.Es más bien su deformación y contribuye a su destrucción”

“Sí, también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza. Pero es absolutamente claro que éste ha sido un uso abusivo de la fe cristiana, en claro contraste con su verdadera naturaleza”.

“Es tarea de todos los que tienen alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la religión de los cristianos partiendo de su centro interior, para que – no obstante la debilidad del hombre – sea realmente instrumento de la paz de Dios en el mundo”.

“La Iglesia católica –añadió- no cejará en la lucha contra la violencia, en su compromiso por la paz en el mundo”.

Un segundo tipo de violencia, añadió el papa, “es la consecuencia de la ausencia de Dios, de su negación y de la pérdida de humanidad que esto conlleva”.

Los enemigos de la religión “pretenden” su desaparición, “pero el 'no' a Dios ha producido crueldad y una violencia sin medida, que ha sido posible sólo porque el hombre no reconocía ya ninguna norma y ningún juez por encima de sí y se tomaba como norma sólo a sí mismo”.

“La ausencia de Dios –advirtió- lleva a la decadencia del hombre y del humanismo”.

“Junto a las dos realidades de religión y antirreligión”, Benedicto XVI señaló también “otra tendencia de fondo: personas a las que no ha sido dado el don de poder creer y que sin embargo buscan la verdad, están a la búsqueda de Dios”.

Estas personas no afirman simplemente “No existe ningún Dios”, sino que “sufren por su ausencia y, buscando lo verdadero y lo bueno, están interiormente en camino hacia Él”, siendo “peregrinos de la verdad”.

Con su actitud, “quitan a los ateos combativos su falsa certeza, con la que pretenden saber que no hay un Dios, y les invitan a convertirse, en lugar de polémicos, en personas en búsqueda, que no pierden la esperanza de que la verdad exista” y “hacen un llamamiento también a los adeptos de las religiones para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece de tal manera que se sientan autorizados a la violencia contra los demás”.

“Que estos no logren encontrar a Dios depende también de los creyentes, con su imagen reducida o incluso deformada de Dios”, advirtió.

Su lucha interior y su interrogarse son, por tanto, “también un llamamiento a nosotros los creyentes, a todos los creyentes a purificar la propia fe, para que Dios –el verdadero Dios- se haga asequible”.

“Por esto he invitado a propósito a los representantes de este tercer grupo a nuestro encuentro en Asís”, confesó Benedicto XVI.

Se trata, concluyó, “del encontrarse en este estar en camino hacia la verdad, del empeño decidido por la dignidad del hombre, y del hacerse cargo juntos de la causa de la paz contra todo tipo de violencia destructora del derecho”.

A veces las cosas no salen como esperabamos, nos desepcionamos, nos disgustamos y hasta sentimos miedo, entre otras cosas, pero no creen que aveces Dios quiere probarnos para darnos mas cualidades como paciencia, humildad, fortaleza etc. No hay que desanimarnos al contrario hay que pedirle a Dios valentia para seguir luchando, todos cargamos una CRUZ, pero como decia San Pablo todo lo puedo en Aquel que me fortalece (Dios). Animo no estamos solos.
No te tomes la vida tan en serio..... acuérdate que "SOMOS LO QUE PENSAMOS".... Baila...Besa... Relajate... Diviertete... Y SE FELIIIIIZZZ!!!... piensa que cada 60 SEGUNDOS que tu pases enojado.... angustiado o mal... es un minuto de alegria que no volvera .... Si ya entendiste que la vida es corta... ROMPE LAS REGLAS !!!!!! PERDONA... BESA... ABRAZA Y AMA DE VERDAD... RIETE SIN CONTROL Y NUNCA TE ARREPIENTAS DE HACER SONREIR ....Y DE AMAR TODO ...Y A TODOS ...LOS QUE TE RODEAN...simplemente se FELIZ:)

Madre


¡Madre! —Llámala fuerte, fuerte. —Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás reconfortado para la nueva lucha.


Lc 13, 31-35

Se acercaron algunos fariseos que le dijeron a Jesús: "Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte". Él les respondió: "Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso, "a ustedes la casa les quedará desierta". Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en Nombre del Señor!".
Dios es grande.
Dios es más grande que cualquier temor.
Dios es más grande que cualquier ansiedad.
Dios es más grande que cualquier problema.
Dios es más grande que todos mis problemas.
Jesús, te entrego todos mis problemas. Ten piedad de mí.

Deseo

Sencillo quiero ser como Tú eres.
El alma transparente como el día
La voz sin falsear y la mirada
profunda como el mar, pero serena.

No herir, pero inquietar a cada humano
que acuda a preguntarme por tus señas.
Amar, amar, amar, darme a mí mismo
de balde cada día y sin respuesta.

Ser puente y no llegada, ser camino
que se anda y que se olvida, ser ventana
al campo de tus ojos y quererte.

Descanso quiero ser, vaso de vino
de Dios para los hombres cuando vengan
con polvo sobre el alma de buscarte.

María...


En este día y siempre Madre mía tómame en tus brazos y guíame en mi caminar hacia el Señor...



San Evaristo

Era griego de nacimiento, pero de padre israelita.
Fue el cuarto pontífice de la Iglesia y el primero de origen griego. Gobernó la Iglesia del 97 al 105.
Dividió la ciudad de Roma en siete "diaconías" y estableció que el matrimonio cristiano se celebrase públicamente y con la bendición del sacerdote.
El pontificado de San Evaristo se desarrolló durante el gobierno del emperador Trajano, quien publicó un edicto prohibiendo las reuniones y asambleas nocturnas, lo que desató una cruenta persecución para destruir a los cristianos.
Se cree que San Evaristo sucumbió en el martirio, aunque no hay pruebas de ello, ya que ni siquiera se conoce la fecha en que murió y dónde está enterrado su cuerpo.
La Iglesia lo declaró santo como a todos los primeros papas.

Lc 13, 22-30

Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". Él respondió: "Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes". Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!". Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... no me avergonzaré de Él.
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... no temo al mañana.
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... no voy a estar ansioso.
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... no temo a la muerte.
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... no voy a estar solo.
EL SEÑOR ES MI PASTOR ....... nada me faltará
Señor, que vea…
…que vea tu rostro en cada esquina.
Que vea reír al desheredado,
con risa alegre y renacida
Que vea encenderse la ilusión
en los ojos apagados
de quien un día olvidó soñar y creer.
Que vea los brazos que,
ocultos, pero infatigables,
construyen milagros
de amor, de paz, de futuro.
Que vea oportunidad y llamada
donde a veces sólo hay bruma.
Que vea cómo la dignidad recuperada
cierra los infiernos del mundo
Que en otro vea a mi hermano,
en el espejo, un apóstol
y en mi interior te vislumbre.

Porque no quiero andar ciego,
perdido de tu presencia,
distraído por la nada…
equivocando mis pasos
hacia lugares sin ti.

Señor, que vea…
… que vea tu rostro en cada esquina.
1. Dios ama.
2. Dios te ama.
3. Dios te ama mucho.
4. Dios te ama muchísimo y por eso Él murió por ti.
5. Dios te ama muchísimo y por eso Él murió por ti y quiere salvarte.

Madre de la sonrisa


Tierna Madre, sonríe en nuestros corazones y sánanos!
Tu sonrisa materna sana porque es un reflejo de tu amor inmaculado y materno.
Sonríe con la dulce potencia de tu amor materno y sana nuestros corazones para que conozcamos el amor, para recibir el amor, para experimentar el amor, para vivir la senda del amor y para comunicar libremente el amor que recibimos.
Sonríe en lo más profundo de nuestros corazones y trae sanación a nuestras heridas! Sonríe en nuestros corazones y sana las heridas en nuestra humanidad. Sonríe y haznos tener perfecta comunión de mente, corazón, cuerpo y alma.
Sonríe, Madre, y sánanos con tu amor! Sonríenos y expulsa todos nuestros miedos y ansiedades. Sonríe Madre, y sánanos de todo lo que aprisiona al amor en nuestros corazones. Sonríe a nuestras mentes y sana las memorias que hieren la visión del amor. Sonríe a nuestros corazones y sana las experiencias que nos han endurecido y nos han hecho huir del amor. Sonríenos con tu amor materno y sabiéndonos amados por ti, sánanos de todos los miedos y heridas que nos impiden amar libre y generosamente.
Sonríe Oh Madre, y con la luz de tu rostro materno, sana nuestros cuerpos de toda la falta de transparencia en comunicar el lenguaje del amor.
Sonríe, Oh Madre Inmaculada, a nuestras almas y sánanos de todo lo que está herido en nuestra comunión de amor con la Santísima Trinidad.
Sonríe, Madre, sonríe con tu amor, en los lugares más profundos de nuestros corazones y sánanos, para que restaurados y libres, podamos conocer lo profundo, lo ancho, lo largo y lo alto del amor de Dios; para que podamos vivir en perfectos lazos de amor con otros corazones y podamos ser ardientes testigos del amor en el Corazón de la Iglesia.
Sonríe, Santísima Madre...Sonríenos y sonríe por nosotros. Una sola sonrisa de tu Corazón Materno sanará nuestros corazones!


Santos Crisanto y Daría

El culto de estos santos mártires en Roma es muy antiguo.
Crisanto era hijo de un patricio romano. Daría era sacerdotisa de Minerva. Ambos se convirtieron al cristianismo y se unieron en matrimonio.
Juntos convirtieron a muchos personajes de la sociedad romana. Por ello fueron denunciados y condenados a muerte.
Hacia el año 263 murieron apedreados y sus cuerpos enterrados en la Vía Salaria.
El papa San Dámaso escribió un epitafio para el sepulcro de los mártires.

Lc 13, 18-21

Jesús dijo: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas". Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".
5 Verdades acerca de cómo Dios te ve:
1. TU eres noble
2. TU eres talentoso
3. TU eres necesario
4. TU has sido redimido
5. TU eres amado por Él

Supe que me amabas


Desde el principio cuando te necesite.
Desde el momento cuando la mirada alce.
Desde ese dia cuando sola me encontraba.
Cuando tu mirada en mi se fue a poner.

Supe que me amabas, lo entendi.
Supe que buscabas más de mi.
Que mucho tiempo me esperaste.
Y no llegue.

Supe que me amabas, aunque hui.
Lejos de tu casa yo me fui.
Y con un beso y con amor.
Me regalaste tu perdón.
Y estoy aquí.

Y cuando lejos me encontraba te sentí.
Sabia que entonces me cuidabas y te oí.
Como un susurro fue tu voz en el silencio.
Cada día me atraías hacia ti.

Supe que me amabas, lo entendí.
Supe que buscabas más de mi.
Que mucho tiempo me esperaste.
Y no llegue.

Supe que me amabas, aunque hui.
Lejos de tu casa yo me fui.
Y con un beso y con amor.
Me regalaste tu perdón.
Y estoy aquí.

(Marcela Gandara - Supe Que Me Amabas)

El que canta, reza dos veces