Páginas

María, madre de Jesús y madre nuestra,
nos ponemos junto a ti bajo la cruz de tu Hijo, 
con el deseo de que tú nos hagas entrar en el misterio de su vida y de su muerte;
habitar en su corazón;
permanecer a sus pies en escucha y contemplación.
Suscita en nosotros, María,
aquellos sentimientos de participación
en el sufrimiento de Cristo y del mundo,
que fueron los tuyos.
Tú ves qué imperfectas son nuestras palabras
y qué lejanos nuestros conceptos
de esta verdad que tú vives.
Ayuda a cada uno de nosotros,
a orar en silencio, a adorar.
Danos la alegría, con tu Hijo,
por la gracia del Espíritu Santo,
que invocamos de la potencia del Padre. 

Amén.





No hay comentarios:

Publicar un comentario