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La dicha de DAR

A un amigo mío llamado David, su hermano le dio un automóvil como regalo.
Un día, cuando David salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo admirándolo.
- Señor, ¿este es su coche?-pregunto.
David afirmó con la cabeza. Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado. "¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costo nada?. Vaya me gustaría..." titubeó el niño.
Desde luego, David sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que el muchacho realmente dijo estremeció a David de pies a cabeza:
- "Me gustaría -prosiguió el niño- poder ser un hermano así".
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió:
- "¿Te gustaría dar una vuelta en mi auto?".
- ¡¡¡Ah sí, eso me encantaría!!!..
Después de un corto paseo, el niño volteó y con los ojos chispeantes dijo: - "Señor.... ¿No le importaría que pasáramos frente a mi casa?"..
David sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero David estaba equivocado.
- "¿Se puede detener donde están esos dos escalones?" -pidió el niño.
Subió corriendo y en poco rato David oyó que regresaba, pero no venía rápido.
Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón, entonces le sentó hacia el coche.
- "¿Lo ves Juan?. Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo regaló y a él no le costó ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno igualito... entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los escaparates, de las que he estado tratando de contarte".
David, bajó del coche y subió al muchacho enfermo al asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió tras de él y los tres comenzaron un paseo memorable.
Ese día, David comprendió lo que significa el dicho popular:

"Hay más dicha en dar..."

Que tengas un excelente día y no olvides:
Dar vida a otras vidas... Dar esperanza...
Somos lo que pensamos. Somos lo que decidimos ser.

Decidamos ser hombres y mujeres de VALORES.
Nuestro entorno lo necesita desesperadamente !!!

Ojalá que aprendamos la lección.

Ah!... y reparte este mensaje entre todas las personas que conozcas. Comienza por dar así el cariño que requieren todas las personas que estimas.

"Si ves a alguien sin una sonrisa, dale una de las tuyas"


Decálogo Cuaresmal

El tiempo de Cuaresma es un momento de especial preparación interior. Este decálogo cuaresmal que puede ser una buena guía para cumplir con este propósito.

1. Romperás de una vez por todas con lo que tú bien sabes que Dios no quiere, aunque te agrade mucho, aunque te cueste “horrores” dejarlo. Lo arrancarás sin compasión como un cáncer que te está matando. “¿¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?" (Mc 8, 36)
 
2. Compartirás tu pan con el hambriento, tus ropas con el desnudo, tus palabras con el que vive en soledad, tu tiempo y consuelo con el que sufre en el cuerpo o en el alma, tu sonrisa con el triste, tu caridad con TODOS. Examinarás esto con cuidado cada noche. "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo." (Mt 25, 40)
 
3. Dedicarás un buen tiempo todos los días para estar a solas con Dios, para hablar con Él de corazón a Corazón. Será un tiempo de agradecer, de pedir perdón, de alabarle y adorarle, de suplicar por la salvación de TODOS. Este tiempo no es negociable. “En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.” (Lc 6, 12)

4. Confiarás en Dios a pesar de tus pecados y miserias. Creerás que Dios es más fuerte que todo el mal del mundo. No permitirás que ni dolor, ni pesar alguno, ni “tu negra suerte”, ni las injusticias y traiciones sufridas te hagan dudar ni por un momento del amor infinito que Dios te tiene. Él ha muerto en cruz para salvarte de tus pecados. “Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza.” (Sal 23, 4)

5. Mirarás sólo a Dios y a tus hermanos. Mirarte tanto te hace daño, porque te envaneces viendo los dones que nos son tuyos o te desalientas viendo sin humildad tus miserias. Mira a Jesús y habrá paz en tu corazón. Mira las necesidades de tus hermanos y ya no tendrás tiempo de pensar en ti; te harás más humana, más cristiana. “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra.” (Col 3, 1-2)

6. Ayunarás de palabras vanas: serás benedicente. Ayunarás de malos pensamientos: serás pura de corazón. Ayunarás de acciones egoístas: serás una mujer para los demás. Ayunarás de toda hipocresía: serás veraz. Ayunarás de lo superfluo: serás pobre de espíritu. "Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos.” (Is 58, 6)

7. Perdonarás una y mil veces a quien te ha herido, con causa o sin ella, justa o injustamente, esté arrepentido o no. Un perdón que no será sólo tolerar o soportar sino que ha de brotar del amor sincero y sobrenatural. Los perdonarás uno por uno, primero en tu corazón y luego, si te es posible, también con tus palabras. No permitirás que el rencor ni el resentimiento envenenen tu corazón. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lc 23, 34)

8. Ofrecerás sacrificios agradables al Señor. Los harás en silencio, sin que nadie se dé cuenta. Buscarás con ello reparar por tus pecados y los de TODOS los hombres. Querrás con ello desprenderte de las cosas materiales, que tanto te agradan, para poder hacerte más libre y ser una mujer para Dios. Pero sobre todo ejercerás el sacrificio de vivir con perfección la caridad en todo momento con TODOS tus hermanos. “Hagan siempre el bien y compartan lo que poseen, porque esos son sacrificios agradables a Dios.” (Heb 13, 16)

9. Amarás la humildad y procurarás vivirla de la siguiente manera: reconocerás tus pecados; considerarás a los demás mejores que tú; agradecerás las humillaciones sin dejarte arrastrar por el amor propio; no buscarás los honores, ni los puestos, ni el poder, ni la fama, que todo eso es de Dios; te harás servidora de todos. “el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos”. (Mc 10, 43-44)

10. Anunciarás a los hombres la verdad del Evangelio. Les dirás sin temor que Dios los ama, que se ha hecho hombre por ellos y ha muerto en la cruz para salvarlos. Les mostrarás que sólo Él los puede hacer plenamente felices. Les harás ver que la vida que tiene su origen en Dios, es muy corta, se pasa rápido y que Dios es su destino final; vivir por Dios, con Dios y en Dios es lo sensato y seguro. “Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación." (Mc 16, 15)

Fuente: Catholic.net

Deja el pasado a la misericordia de DIOS, el presente a la bondad de DIOS y el futuro a la providencia de DIOS

San Hilario, papa

Hilarus, natural de Cerdeña. 

Cuando sólo era diácono tuvo una intervención muy especial en el concilio de Éfeso actuando como legado del papa san León I el Magno, en el 449. No firma la deposición de san Flaviano, patriarca de Constantinopla. Tan mal se pusieron las cosas en aquél concilio – el del latrocinio– que llegó a temer las iras de los adversarios y huyó llevando la apelación de Flaviano al papa. (Este texto se descubrió en el 1882). Desde Roma escribe a la emperatriz Pulqueria dándole información precisa de lo ocurrido. También intervino en la cuestión controvertida entre griegos y latinos sobre la fijación de la fecha común para celebrar la fiesta de la Pascua.

Hilario sucedió al papa san León en la Sede de san Pedro a finales del 461. Y en los siete años que duró su pontificado gobernó la Iglesia dedicándose por entero y con firmeza a asentar principios teóricos y prácticos en materia de disciplina y jurisdicción. Era la puesta en marcha de ese funcionamiento interno que la Iglesia había de ir tejiendo en el tiempo buscando el bien de los pastores y de los fieles y para la mejor difusión del Evangelio. De modo especial hubo de intervenir en la corrección de abusos por parte de altos eclesiásticos en las Galias, como es el caso del obispo Hermes, usurpador de la sede narbonense, sin mediación del arzobispo Leoncio. También tomó decisiones en el caso de Mamerto, en Viena, que consagraba obispos sin conocimiento del metropolitano. Y para no ser menos, corrigió igualmente abusos cometidos en España, en la provincia Tarraconense, donde algún obispo abandonó a su grey y fijó arbitrariamente su residencia en lugar diferente, algún otro interfería en labores pastorales ajenas y además existían consagraciones ilegales de obispos. El deseo que el papa expresa en la carta dirigida a Leoncio es trabajar "en pro de la universal concordia de los sacerdotes del Señor, procuraré que nadie se atreva a buscar su propio interés, sino que todos se esfuercen en promover la causa de Cristo".

En estos asuntos solía usar una forma colegiada de gobernar inclinándose a promover encuentros de obispos, más o menos numerosos, que le asesoraran sobre las cuestiones difíciles, le ayudaran a mirar cada problema desde distintos ángulos y le proporcionaran elementos de juicio suficientes para poder tomar decisiones justas con el ministerio y con las personas.

En Roma fomentó el culto, edificó capillas en la basílica constantiniana de Letrán, construyó un monasterio dedicado a san Lorenzo y dejó testimonio de la devoción agradecida que profesó al Apóstol y evangelista san Juan a quien atribuyó siempre la gracia de haber sido librado de la ira de los hombres, cuando el Latrocinio de Éfeso.

Murió el último día de febrero del año 468.


Lc 11, 29-32


Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás.

San Juan Bosco


El abandono en Dios es un don y al mismo tiempo, la mayor manifestación de la libertad del hombre.

Morado


San Román

A los treinta y cinco años de edad, san Román se retiró a los bosques del Jura, en la frontera de Francia y Suiza para vivir como ermitaño. Llevó consigo las "Vidas de los Padres del desierto" de Casiano, algunos útiles de trabajo y un poco de semilla y se abrió camino hasta la confluencia del Bienne y el Aliére. En aquellas escarpadas montañas de difícil acceso, encontró la soledad que buscaba. A la sombra de un gigantesco pino, pasaba el día en la oración, la lectura espiritual y el cultivo de la tierra. Al principio, sólo las bestias y uno que otro cazador turbaban su retiro; pero pronto fueron a reunírsele su hermano, Lupicino y uno o dos compañeros más. Después llegaron otros muchos aspirantes a la vida eremítica, entre ellos una hermana de san Román y varias otras mujeres.
Los dos hermanos construyeron los monasterios de Condal y Leuconne, a tres kilómetros de distancia uno del otro y, para las mujeres, erigieron el monasterio de La Baume, donde actualmente se levanta el pueblecito de Saint-Roman-de-la-Roche. Los dos hermanos desempeñaban simultáneamente el cargo de abad, en perfecta armonía, aunque Lupicino tendía a ser más estricto. Este último habitaba generalmente en el monasterio de Leuconne; al enterarse de que los monjes de Condal empezaban a comer un poco mejor, se presentó en el monasterio y les prohibió tal innovación. Aunque el ideal de san Román y san Lupicino era imitar a los anacoretas del oriente, las diferencias de clima les obligaron a modificar ciertas austeridades. Los galos eran muy dados a los placeres de la mesa; a pesar de ello, jamás probaban los monjes la carne, y sólo comían huevos y leche cuando estaban enfermos. Pasaban gran parte del día en duros trabajos manuales, vestían pieles de animales y usaban suecos. Esto les protegía de la lluvia, pero no del cruel frío del invierno, ni de los ardientes rayos del sol en el verano, reflejados por las rocas.
San Román hizo una peregrinación al actual Saint-Maurice de Valais para visitar el sitio del martirio de la Legión Tebana. En el camino curó a dos leprosos; la fama del milagro llegó antes que él a Ginebra y, al pasar por la ciudad, el obispo, el clero y el pueblo salieron a saludarle. Su muerte ocurrió el año 460. Según su deseo, fue sepultado en la iglesia del convento gobernado por su hermano, Lupicino.

Mt 6, 7-15

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre de ustedes que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Jesucristo ayúdame a ser fiel a Ti!!!
Mi relación con Jesús nunca se terminará, Jesús es alguien que me ama más de lo que yo puedo entender.

Oración de Cuaresma

Ayúdame a hacer silencio, Señor, quiero escuchar tu voz.
Toma mi mano, guíame al desierto,
que nos encontremos a solas, Tú y yo.
Necesito contemplar tu rostro,
me hace falta la calidez de tu voz,
caminar juntos... callar para que hables Tú.

Me pongo en tus manos,
quiero revisar mi vida,
descubrir en qué tengo que cambiar,
afianzar lo que anda bien,
sorprenderme con lo nuevo que me pides.

Ayúdame a dejar a un lado las prisas,
las preocupaciones que llenan mi cabeza,
barre mis dudas e inseguridades,
ayúdame a archivar mis respuestas hechas,
quiero compartir mi vida y revisarla a tu lado.

Me tienta la seguridad, el "saberlas todas",
tenerla "clara", no necesitarte.
Me tienta el activismo: Hay que hacer, hacer y hacer.
Y me olvido del silencio y la oración.

Me tienta la incoherencia.
Hablar mucho y hacer poco.
Mostrar facha de buen cristiano,
pero adentro, donde Tú y yo conocemos,
hay mucho para cambiar.

Me tienta ser el centro del mundo.
Que los demás giren a mi alrededor.
Que me sirvan en lugar de servir.

Me tienta la idolatría.
Fabricarme un ídolo
con mis proyectos, mis convicciones,
mis certezas y conveniencias,
y ponerle tu nombre de Dios.

Me tienta la falta de compromiso.
Es más fácil pasar de largo
que bajarse del caballo y
hacer la del samaritano.
¡Hay tantos caídos/as a mi lado, Señor,
y yo me hago el distraído!

Me tienta la falta de sensibilidad,
no tener compasión,
acostumbrarme a que otros sufren
y tener excusas, razones, explicaciones...
que no tienen nada de Evangelio
pero que me conforman... un rato, Señor,
porque en el fondo no puedo engañarte.

Me tienta el separar la fe y la vida.
Leer el diario, ver las noticias
sin indignarme evangélicamente
por la ausencia de justicia
y la falta de solidaridad.

Me tienta el mirar la realidad
sin la mirada del Reino.

Me tienta el tener tiempo para todo
menos para lo importante,
y lamentarlo pero no hacer nada para cambiarlo.

Me tienta, Señor, el desaliento,
lo difícil que a vece se presentan las cosas.
Me tienta la desesperanza, la falta de utopía.
Me tienta el dejarlo para mañana,
cuando hay que empezar a cambiar hoy.

Me tienta creer que te escucho
cuando escucho mi voz.

¡Enséñame a discernir!
Dame luz para distinguir tu rostro.
Llévame al desierto, Señor,
despójame de lo que me ata,
sacude mis certezas y
pon a prueba mi amor y mi fe.
Para empezar de nuevo, humilde, sencillo,
con fuerza y Espíritu para vivir fiel a Ti.


San Gabriel de la Dolorosa

El 1 El primero de marzo de 1838 nació en el pueblecito de Asís (Italia) un niño llamado Francisco que, como el famoso fundador de los franciscanos, llegó a ser santo. Era el undécimo de trece hermanos y quedó huérfano de madre a los cuatro años.
Francisco (que tomó mas tarde como nombre religioso Gabriel de la Dolorosa) tenía un "temperamento suave, jovial, insinuante, decidido y generoso, poseía también un corazón sensible y lleno de afectividad... Era de palabra fácil  apropiada, inteligente, amena y llena de una gracia que sorprendía..." (Fuentes, p. 24s).
Con su familia se trasladó a Spoleto donde, como el otro Francisco, era un líder de los jóvenes. Allí fue a la escuela de los hermanos de las Escuelas Cristianas, y al liceo clásico con los jesuitas. Le agradaba mucho el canto, y consiguió premios en poesía latina y en las veladas teatrales.  Era un joven dinámico, con una gran pasión por su fe cristiana. En su habitación había colocado una escultura de la Piedad para su veneración íntima.
El 22 de agosto de 1856 estaba asistiendo a la procesión de la "Santa Icone", una imagen mariana venerada en Spoleto, cuando la Virgen María le habló al corazón para invitarle con apremio: "Tú no estás llamado a seguir en el mundo. ¿Qué haces, pues, en él? Entra en la vida religiosa" (Fuentes, p. 208). El 10 de septiembre de 1856 entró en el noviciado pasionista de Morrovalle (Macerata) y tomó el nombre religioso de Gabriel. Tenía solo 18 años. Su entrega fue con todo su corazón y en la vida religiosa encontró su felicidad: "La alegría y el gozo que disfruto dentro de estas paredes son indecibles" (Escritos, p. 185). Sus mayores amores eran Jesús Crucificado, la Eucaristía y la Virgen María.
Pronto empezó a llamar la atención de sus compañeros y superiores del noviciado pasionista. Pasaba largas horas entregado a la oración. El P. Maestro se veía obligado en tantas ocasiones a prohibirle que castigara tan bárbaramente su cuerpo. Por otra parte era el primero en los trabajos manuales y siempre dispuesto a hacer los más humildes. Nadie podía cogerle en la falta más mínima de observancia de la Regla y Constituciones. Era más bien una "regla viva".
Desde un principio se distinguió en su fervoroso e ilimitado amor hacia la Virgen María... Hasta a veces se privaba de ver cosas deleitables y cerraba los ojos "para conservar toda la potencia visiva y así poder contemplar más fielmente a la Virgen María en el cielo". Solía decir: "Amo tanto a la Virgen María, que es mi Madre, que si los superiores me lo permitieran grabaría su nombre en mi corazón y en mis carnes con letras de fuego".
Por fin, a sus 24 años, el día 27 de Febrero de 1862, expiraba, mientras decía: "Jesús, José y María os doy..." Antes había dicho: "Madre mía, te amo. Madre, ayúdame. Madre, defiéndeme del enemigo y ampárame a la hora de mi muerte".
Fue canonizado por Benedicto XV en 1920.


Mt 25, 31-46

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Luego dirá a los de su izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron". Éstos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?". Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo". Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.

Cuaresma: caminos abiertos

Dios nos ofrece pistas en los caminos, nos regala testigos.
Pone ante los pueblos de la tierra paisajes de comunión.
Con un respeto exquisito sabe moverse en la hondura de los corazones.
Dios camina con todo ser humano.

Dios regala alegrías para cantar mientras caminamos.
Dios pone ante nuestros ojos gentes necesitadas para una solidaridad.
Dios solicita nuestra atención para un amor de bodas.
Dios quiere hacer algo increíble en nuestra vida.

La Cuaresma es una oportunidad que interpela nuestro vivir.
La Cuaresma es un lujo de bondad que nos sale al paso.
La Cuaresma es el empeño de Dios por sacar de cada persona lo mejor.
La Cuaresma puede ser un milagro, si tú quieres dejarte acompañar por una Presencia.  

Tú y Dios, mano a mano, corazón con corazón.
Prueba a caminar con El, a vivir con El.
El quiere vivir contigo.
A ver qué pasa.

Dios es abridor de caminos.
Cuando todo parece cansado, saca de los viejos troncos brotes nuevos.
Cuando todo parece confuso, saca de las confusiones claridades y verdad.
Dios nos sorprende dándonos futuro.

Dios es sembrador de amor en nuestro surco.
Con su novedad, nunca agotada, rompe una y otra vez, la corteza de la monotonía.
Dios llena el tiempo de posibilidades.
Frente a caminos repetidos, nos propone caminos nuevos.

Dios desborda nuestras preguntas con su proyecto de vida.
Sale a nuestro encuentro como un sembrador esperanzado.
Invita a estrenar una nueva manera de vivir.
Nunca se agota el agua de su fuente.  

Dios siempre habla bien de nosotros y nosotras.
Cuando nos ponemos en menos de lo que somos, El levanta nuestra dignidad.
Dios nos propone, no impone, su amor.
Sabe esperar pacientemente nuestra respuesta.



Fuente: Cipecar

San Alejandro de Alejandría

Nació en épocas de consolidación de la Iglesia en el Imperio Romano. La información acerca de la primera parte de su vida es escasa, pero varios son los historiadores que lo mencionan, por lo que podemos considerar que los datos acerca de su vida son verídicos.
Alejandro se distinguió por su labor sacerdotal en la Iglesia de Alejandría desde que su patriarca era Pedro, quien ya había excomulgado a Arrio en el año 300. Pero Alejandro logró que su sucesor, Aquillas, lo volviera a admitir en la diócesis. Esto nos habla de cierta amistad entre él y Arrio, aunque terminarían siendo enemigos.
Aquillas falleció prematuramente, y en 313 San Alejandro fue designado Patriarca de Alejandría. Sentía cierta predilección por los ermitaños, pues se entregaban a Dios en soledad. Y mandó construir una iglesia dedicada a San Teonás, la mayor de las construidas hasta entonces en Alejandría.
A partir de 318, sin embargo, Arrio fortalece sus ideas heréticas, que consistían en decir que sólo hay un Dios, indivisible, y negando por tanto la naturaleza divina de Cristo. Alejandro fue el primero en advertir los peligros que estas ideas entrañaban. Por lo tanto organizó un sínodo en el que Arrio debía de explicar su conducta.
Al ser Arrio incapaz de hacerlo, en el primer concilio de Nicea, en 325, Alejandro consigue unir a todos los obispos para condenar firmemente el arrianismo. A su muerte, esta lucha sería continuada por su pupilo y sucesor, San Atanasio.

Mc 1, 12-15

El Espíritu llevó a Jesús al desierto, donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían. Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".
Lo único que pide Jesús de nosotros es que nos acerquemos a EL con un corazón humilde y sigamos sus pasos.

Hay momentos en que necesitamos descansar simplemente en Dios, momentos en los que necesitamos solo descansar en Sus brazos.

Decálogo de los símbolos de cuaresma

1.- La cuaresma es DESIERTO. Es sequedad, soledad, ayuno austeridad, rigor, esfuerzo, penitencia, peligro, tentación.

2.- La cuaresma es PERDÓN. Las historias bíblicas de Jonás y de Nínive y la parábola del hijo pródigo, son ejemplos de ello.

3.- La cuaresma es ENCUENTRO, es abrazo de reconciliación como en la parábola del hijo pródigo o en la conversión de Zaqueo o en el diálogo de Jesucristo con la mujer adúltera.

4.- La cuaresma es LUZ, como se pone de evidencia, por ejemplo, en el evangelio del ciego de nacimiento. Es el tránsito de las tinieblas a la luz. Jesucristo es la luz del mundo.

5.- La cuaresma es SALUD, símbolo manifestado en textos como la curación del paralítico o la sanación del hijo del centurión.

6.- La cuaresma es AGUA. Es el tránsito de la sed de nuestra insatisfacción al agua viva, el agua de Moisés al pueblo de Israel en el desierto o de Jesús a la mujer samaritana.

7.- La cuaresma es superación victoriosa de las pruebas y dificultades. Es LIBERACIÓN, TRIUNFO. Algunas figuras bíblicas, que sufren graves peligros y vencen en la prueba, son José hijo de Jacob, la casta Susana, Ester, el profeta Jeremías y, sobre todo, Jesús, tentado y transfigurado.

8.- La cuaresma es CRUZ. Signo y presencia permanente durante toda la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como su llamada a cargar con ella como condición para el seguimiento.

9.- La cuaresma es TRANSFIGURACION. Es la luz definitiva del camino cuaresmal, preanunciada y pregustada en la escena de la transfiguración de Jesús. "Por la cruz a la luz".

10.- La cuaresma es el esfuerzo por retirar el fermento viejo e incorporar la LEVADURA NUEVA DE LA PASCUA RESUCITADA Y RESUCITADORA, ahora y para siempre.

(Jesús de las Heras Muela)

Beata María Ludovica De Angelis

La Beata María Ludovica de Angelis, nació el 24 de octubre de 1880 en Italia (en San Gregorio, pueblito de los Abruzzos, no lejano de la ciudad de L'Aquila),fu la primera de ocho hermanos.
El 14 de noviembre de 1904, ingresa como postulante en el Noviciado de las Hijas de la Misericordia.
El 3 de mayo de 1906, viste el anhelado hábito de hija de Nuestra Señora de la Misericordia, y sucede el cambio de nombre que significa una ruptura por el pasado. A Antonina le fue impuesto el nombre de María Ludovica.
El 14 de noviembre de 1907 Sor María Ludovica y cuatro religiosas se embarcaron en el vapor Lombardía, que llega a Buenos Aires el 4 de diciembre.
Es destinada a principios de 1908 al Hospital de niños de La Plata, como encargada de cocina, despensa y ropería.
A solicitud del entonces director del Hospital, es nombrada superiora y administradora. Sor Ludovica se convierte en la portavoz de la las necesidades de los niños y de las nuevas exigencias que reclama el progreso.
A ella se le debe la construcción del Solarium San José de Mar del Plata y la Capilla del Sagrado Corazón de City Bell.
Fue una religiosa ejemplar, nunca se dio paz a su incesante actividad a favor de los más desvalidos, los niños enfermos, de sus hermanas de la fe y esa gran familia que era el Hospital de Niños.
Vista desde afuera, sorprende la obra realizada por la Madre Ludovica, pero sabemos que la clave del dinamismo íntimo que dio fuerza a esa mujer aparentemente frágil es Jesús. El amor de la Madre Ludovica por Jesús se tradujo en una sencilla y continua oración.
Falleció el 25 de febrero de 1962. Fue beatificada el 3 de octubre de 2004.

Lc 5, 27-32

Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?". Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan".

Cuaresma


Cuaresma

Cuaresma es un tiempo de escucha. No tengas miedo de pedir a Dios que repita a tu corazón lo que te quiere decir...
 

San Etelberto de Kent

Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros.
Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desenbarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje.
El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.
Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas.
Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbitos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores, y su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis, como la de Rochester.
El santo pronto se convirtió en un modelo por la nobleza de su conversión. La acogida que dio a los misioneros y su gesto de escucharles sin prejuicions son un caso extraordinario en la historia. Con su actitud de no imponer la fe en sus súbitos, a pesar de su celo por propagarla, favoreció enormemente la obra de los misioneros.
Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.

Mt 9, 14-15

Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho mientras que tus discípulos no ayunan?". Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán".

Oración de Cuaresma

Buen Jesús, que te retiraste cuarenta días en el desierto para preparar tu misión entre nosotros, permíteme que tu ejemplo sea un espejo donde verme reflejado durante esta cuaresma.
Yo también sé que debo prepararme para cada momento de mi vida. Sé que junto a Ti, puedo tomar fuerza que necesito para vivir como quiere el Padre.

Deseo vivir cada uno de estos días como un prólogo para la Pascua.
Que sean una preparación adecuada para poder resucitar contigo y dejar atrás las cadenas del error que me esclavizan.
Tu Pascua es signo de libertad; te pido que me ayudes a lograrla, ya no estar atado a nada que no sea bueno.

Que no me atrapen las redes del consumismo, del prestigio social, del aparentar, del "no te metas", del egoísmo... Que cada día sea un escalón más que me acerque a la verdadera felicidad que Tú me propones con tu vida y tu mensaje.
Amén.


Aceptemos a Dios en el corazón para que sea el latido de toda nuestra vida.

Cuando yo hago de Dios mi centro Él hace de mí su preocupación...

¿Cuándo cae Pascua este año? Todos, alguna vez, se han hecho la misma pregunta. En rigor, es un interrogante que se repite cada año. Y aunque la mayoría está al tanto de la movilidad de este festejo, muchos desconocen el motivo.

Primer dato: la fecha en cuestión varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril, ya que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera del hemisferio norte (otoño en el Sur).
Pero ¿por qué la celebración de la Pascua varía? Ante todo, hay que tener en cuenta que la Semana Santa se rige por el año litúrgico que, por tradición, se ajusta al ciclo lunar –que tiene meses de 28 días– y no al año solar, con algunos días más de diferencia.

En este sentido, el padre Guillermo Marcó, director de la Pastoral Universitaria, recuerda que, originariamente, la Pascua tiene un origen judío.
“Primitivamente, se trataba de una festividad agraria que se celebraba cuando se producía la primera luna llena tras el equinoccio de primavera. Y luego se le sumaron otros acontecimientos históricos, como la liberación del pueblo judío de los egipcios.”
Con el calendario hebreo, un almanaque lunisolar y por el cual se rigen todas las festividades judías, esas diferencias entre los ciclos no existen. Se trata de un calendario que se basa tanto en el ciclo que realiza la Tierra alrededor del Sol, como el que describe la Luna alrededor de la Tierra, fundado en un complejo algoritmo que permite predecir las fechas exactas de luna nueva, así como las distintas estaciones del año mediante cálculos matemáticos y astronómicos.
"El Pésaj se celebra siempre el día 14 del primer mes judío, denominado mes de Nisán", explica Marcó, que suele corresponderse con algún día de marzo o abril del calendario gregoriano, utilizado en el mundo occidental.
En sus inicios, los primeros cristianos celebraban la Pascua de resurrección en coincidencia con el Pésaj. Pero, desde el Concilio de Nicea, en el año 325, los cristianos -luego de largos estudios y algunas disidencias entre los expertos astronómicos- decidieron separar la fecha de esta celebración y fijaron las siguientes condiciones: ya no sería el 14 de Nisán, como los judíos, sino un domingo.
Este domingo, además, debería ser el siguiente al plenilunio pascual (la primera luna llena boreal). La luna pascual es aquella, cuyo plenilunio tiene lugar en el equinoccio de primavera del hemisferio norte o inmediatamente después. Este equinoccio se produce el 21 de marzo.

Raíces judías
Pero, pese a las diferencias entre ambas religiones con respecto a la Pascua, Marcó enfatiza: "Existe una tradición cristiana con raíces judías. Sobre eso no hay discusión posible. En realidad, no se trata de dos fiestas diferentes, sino que, para nosotros, está resignificada".
De hecho, y Según Marcó, es muy probable que la última cena haya sido el tradicional Séder pascual. También la hostia católica tiene su origen en la Matzá (pan tradicional de la comida judía, elaborado con harina y agua).
La fecha de la Pascua, en el calendario actual de la Iglesia, es la más importante de todo el año, ya que regula todas las fiestas movibles y modifica los períodos litúrgicos, que la preceden y le siguen en forma inmediata.

Madre de la confianza

Madre siempre fiel,
cuando te asaltó la incertidumbre,
cuando las cosas se te hacían complicadas,
supiste confiar.
¡Y cómo confiaste!
En el momento cumbre de la historia
con decisión y firmeza
pronunciaste aquel bienaventurado
"Hágase", del que viene nuestra salud.
¡Y siempre lo mantuviste!
Las desconfianzas de otros,
los decires de tantos
nunca te apartaron
de la santa confianza.
Obténme,
Santa María de la Confianza,
el auxilio divino
que me permita superar
las incertidumbres que ahora me acosan.
Que así sea.




San Policarpo

Nació en Grecia o en Turquía, aunque era de origen griego, en tiempos del Imperio Romano.
De acuerdo con la tradición, fue discípulo del apóstol San Juan, a quien acompañó largo tiempo, y de quien aprendió el Evangelio de primera mano, por así decir. Por ello recibe el sobrenombre de Padre Apostólico.
El propio San Juan lo nombró obispo de Esmirna, en la actual Turquía, donde comenzó su ardua labor pastoral en los inicios del cristianismo.
Los fieles le profesaban una gran admiración. Y entre sus discípulos tuvo a San Ireneo y a varios santos más.
Aunque solamente se conserva una obra atribuida a él, la Epístola a los Filipenses, se le considera un vínculo muy relevante entre los Apóstoles y los escritores cristianos del siglo II, como su discípulo San Ireneo.
San Policarpo fue amigo cercano de San Ignacio de Antioquía, cuyas cadenas besó cuando éste era conducido al patíbulo. Ya de edad avanzada, viajó a Roma para discutir el problema de cómo calendarizar la Pascua.
El año 152 el emperador Marco Aurelio desató una de las primeras grandes persecuciones de cristianos en Asia.
Fue condenado a la hoguera. Ya en ella, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: "Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Cestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos".
No bien había acabado de decir la última palabra, cuando la hoguera fue encendida. "Pero he aquí que entonces aconteció un milagro ante nosotros, que fuimos preservados para dar testimonio de ello -escriben sus discípulos en una carta de la época-:  las llamas, encorvándose como las velas de un navío empujadas por el viento, rodearon suavemente el cuerpo del mártir, que entre ellas parecía no tanto un cuerpo devorado por el fuego, cuanto un pan o un metal precioso en el horno; y un olor como de incienso perfumó el ambiente". Los verdugos, recibieron la orden de atravesar a Policarpo con una lanza; al hacerlo, brotó de su cuerpo una paloma y tal cantidad de sangre, que la hoguera se apagó.
El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155.

Lc 9, 22-25

Jesús dijo a sus discípulos: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día". Después dijo a todos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?".
"Guárdame de la ingenua fe en que todo ha de salir bien en la vida. Concédeme el sobrio conocimiento de que las dificultades, derrotas, fracasos y reveses son un natural añadido a la vida que nos hace madurar." (Antoine de Saint-Exupéry)
Si Dios te pidió algo, puedes estar seguro que ya te equipó con lo que necesitas para realizarlo.

“Servir a Dios” es, por definición, cumplir su voluntad. Y esta voluntad debe ser descubierta, encontrada a través de un discernimiento permanente en una escucha atenta de las voces interiores: los estados del espíritu...
Dios mio, recuérdame este día que nada de lo que hoy experimentaré es demasiado para Ti y que todo lo sobrepasaré con Tu ayuda.

¿POR QUÉ SE DICE QUE LA CUARESMA ES UN "TIEMPO FUERTE" Y UN "TIEMPO PENITENCIAL?

Hoy comenzamos el tiempo santo de Cuaresma. La invitación a la oración, el ayuno y la limosna, que nos hará la liturgia del Miércoles de Ceniza, nos indica el camino a seguir en este tiempo particularmente fuerte del año litúrgico, en el que todos estamos llamados a la conversión, que nos prepara para celebrar el Misterio Pascual, centro de la fe y de la vida de la Iglesia. La participación en el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte, que actualizaremos litúrgicamente en la solemne Vigilia Pascual, exige un “pueblo bien dispuesto” (Lc 1,17), a través de la meditación más asidua de la Palabra de Dios, la penitencia, el dominio de nuestras pasiones y la práctica de la caridad.

La Cuaresma nos invita a mirar a nuestro alrededor y a sintonizar con las necesidades de quienes nos rodean, necesidades materiales ciertamente, pero también esas otras más profundas que nos llaman a ser generosos con nuestro afecto y nuestro tiempo. Si la nuestra es una mirada de amor, descubriremos también una sed honda, que hay en muchos hermanos nuestros, la sed de Dios y de Jesucristo. Este anhelo que existe en el corazón de los hombres debe movernos a compasión y movilizar también nuestro ardor apostólico, sabiendo, con la certeza que nos da la fe, que como ha escrito Benedicto XVI, “quien no da a Dios, en realidad, da demasiado poco”, pues como decía a menudo la Beata Teresa de Calcuta “la primera pobreza de los pueblos es no conocer a Cristo”.

(P.Erwin - Catholic.net)



Oh María, tú que has recorrido
el camino de la cruz junto con tu Hijo,
quebrantada por el dolor en tu corazón de madre,
pero recordando siempre el "fiat"
e íntimamente confiada en que Aquél para quien nada es imposible cumpliría sus promesas,
suplica para nosotros y para los hombres de las generaciones futuras la gracia del abandono en el amor de Dios.
Haz que, ante el sufrimiento, el rechazo y la prueba,
por dura y larga que sea, jamás dudemos de su Amor.
A Jesús todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.


Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol

San Pedro fue constituido por Jesucristo como Supremo Pastor de la Iglesia, y la sede romana fue designada Cabeza y Maestra de todas las Iglesias del mundo.
Para solemnizar este hecho trascendental, y para venerar perpetuamente tanto al "Primado" de la Iglesia universal como la "Cátedra de Roma", se estableció esta fiesta en la que se celebra la toma de posesión del apóstol San Pedro de la sede episcopal de Roma, como vicario de Cristo en la tierra.
Hoy es, pues, la fiesta de la institución del primado del Papa, es decir propiamente la "fiesta del Papa", y la "fiesta de la Sede Apostólica".
La palabra "cátedra" significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.

Al empezar esta Cuaresma, te pedimos, Señor, que nos des un verdadero espíritu de conversión: así la austeridad de la penitencia de estos días nos servirá de ayuda en nuestra lucha contra el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Mt 6, 1-6. 16-18

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

San Pedro Damián

 Nació en Ravena y fue una de esas figuras severas que, como San Juan Bautista, surgen en las épocas de relajamiento para apartar a los hombres del error y traerles de nuevo al estrecho sendero de la virtud.
Debido a la prematura muerte de sus padres, el santo fue criado por su hermano, convirtiéndose en un excelente discípulo, y más tarde en un profundo servidor de Cristo.
Pedro decidió abandonar el mundo exterior y abrazar la vida religiosa en otra región, entrando al convento de Fonte Avellana, comunidad de ermitaños que gozaba de gran reputación.
Allí se dedicó a la oración, lectura espiritual y estudios sagrados, viviendo con gran austeridad.
Pedro asumió la dirección de la comunidad en 1043 gobernando con gran prudencia y piedad.
Fundó otras cinco comunidades de ermitaños, donde fomentó entre los monjes el espíritu de retiro, caridad y humildad y además estuvo al servicio de la Iglesia, siendo nombrado Cardenal y Obispo de Ostia en 1057.
San Pedro escribió varios documentos que ayudaron a mantener la observancia de la moral y de la disciplina, particularmente en lo que se refiere a los deberes de los clérigos y monjes.
A pesar de su severidad, el santo sabía tratar a los pecadores con bondad e indulgencia, cuando la caridad y la prudencia lo pedían.
Murió el 21 de febrero de 1072. Inmediatamente la gente empezó a considerarlo como un gran santo y a conseguir favores de Dios por su intercesión.
El Papa León XII lo canonizó (1823) y, por los elocuentes sermones que compuso y por los libros tan sabios que escribió, lo declaró Doctor de la Iglesia (1828).

Mc 9, 30-37

Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará". Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?". Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero debe hacerse el último de todos y el servidor de todos". Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: "El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe no es a mí al que recibe sino a Aquél que me ha enviado".
Dios siempre esta al pendiente de ti y tus cosas! Cuando sientas que estás solo, Él esta ganando una batalla que tú no podías lograr.

Diez criterios para discernir cómo está tu nivel de silencio interior

PRIMERO: Observa si queda algo por perdonar en ti, o en tu vida. En tu pasado más remoto o más cercano. Mira si hay algún recuerdo que perturba tu alma. No puedes olvidar que la búsqueda del lugar del propio corazón, tu unificación interior, y el hecho de tener que ser "anuncio evangelizador" en tu vida, exigen una plena paz de alma. Y te animan a buscar el lugar del corazón, para establecer en él un ámbito de comunión y de encuentro.
Para poder hacer este camino hacia el corazón, has de vivir en una pureza total de la memoria, del pensamiento y de la imaginación, y acoger en ti la presencia vitalizadora de Cristo.
Has de ser capaz de amar y de dejarte amar. Vivirás en la transparencia total para poder ser "luz". No pretendas iluminar. Que tu primer objetivo sea vivir en la iluminación interior.

SEGUNDO: Observa si en tu vida puedes decir que has hecho de manera tan eficaz, que se pueda notar, el don absoluto de tu amor total a Dios y a los hermanos. Mira si en tu manera de vivir se ve que para ti "nada vale la pena en comparación con el supremo bien de conocer a Jesucristo, mi Señor" (Fil 3,8). El resucitado vive en ti y quiere establecerse en tu interior.
Busca "ese" lugar interior en el que Él vive: es el corazón centro de todo lo que vives y sientes. Haz el camino con paz, sin prisas... sin nerviosismos, ni precipitaciones. Date el tiempo necesario para llegar. De momento busca el silencio. Te bastará "estar" serenamente contigo mismo.

TERCERO: Observa si te desestabilizan interiormente, o anímicamente, tus limitaciones y pobrezas, o las de tus hermanos..., o por el contrario si vives en la paz de reconocerlas sinceramente para superarlas aceptándolas. ¿Te dejas llevar fácilmente por los "nervios"?...
Recuerda: Cristo que vive en ti siempre te dice: ¡Ten paz, no tengas miedo...!. Pero tú mismo has de vivir en esta paz... que siempre supone la ausencia del temor y de la duda. Porque te has abandonado en confianza.

CUARTO: Observa si alguna vez, o muchas veces, comienzas el día cansado o sin ilusión de servir y de entregarte.
Mira si lo que predomina en ti es el cansancio o la ilusión, la consideración de las cosas que te cuestan o el ánimo con el que te enfrentas a las cosas que podrías hacer, porque forman parte de tu compromiso con la vida.
¿Te sientes feliz y en paz en tu camino?... ¿Eres feliz? La felicidad que nace en el hondón de tu alma será una señal evidente de que vives en la iluminación interior. Verás que siempre es una felicidad llena de paz, alejada de los "fuegos de artificio" volátiles y pasajeros.

QUINTO: Observa si Él ocupa o no, siempre, directa o indirectamente, tu pensamiento, tu corazón y tu vida.
Pregúntate si esta consciencia de Él en ti, es un estímulo para tu vida. Observa si predominan en ti los criterios que vienen de la fe en Jesús que habla claramente en su Evangelio.
Observa si los hermanos están realmente en el horizonte de tu vida. Pregúntate si tu opción por Jesús es manifestación de esta fe intensa en Él, al que anuncias. Piensa que el Cristo que anuncias es ¡el Señor que vive! Y vivirá en ti, cuando lo acojas en lo más profundo del propio corazón... cuando percibas que Él es el "todo" en tu alma y en tu vida.

SEXTO: Observa si pierdes fácilmente la paz porque no te vives unificado interiormente y vives distraído o disperso. Pregúntate qué es lo que te altera con más facilidad. ¿Actualmente hay algo que te intranquiliza? ¿Estás en paz contigo mismo? ¿Él vive en ti...?. Es verdaderamente el centro que da sentido a todo?...

SÉPTIMO: Observa si vives o no a Jesús como la opción esencial de tu vida que te ayuda a vivir en la unificación y en la armonía interior.
Pregúntate si la presencia del Señor en ti es vivida con claridad, alegría y fuerza. O aceptas, de hecho, un planteamiento de vida conformista y adormecedor que no te ayuda a crecer, ni a darte siempre y más radicalmente al Señor y al hermano. Nunca olvides que el Señor Resucitado siempre camina entre los hermanos.

OCTAVO: Observa si caes en la tentación de aceptar vivir y caminar solo, "a tu aire", o te arreglas tú la vida por tu propia cuenta, prescindiendo de la comunidad de los hermanos, y de tu deber de ser testigo del Señor en la Iglesia y en el mundo.
Observa si, por el contrario, asumes con responsabilidad el compromiso de reconocer tu papel en la vida y lo que la comunidad puede esperar de ti.
Ten en cuenta los dones que Dios ha puesto en tus manos. ¿Ofreces el don de ti mismo a los demás y te entregas a ellos como signo de que quieres darlo todo y darte del todo?...

NOVENO: Observa si te conformas tranquilamente con la actitud de no esperar contra toda esperanza ..., o por el contrario eres capaz de vivir y comunicar tu amor radical por el Señor y la alegría de tener la vida en tus manos para ser capaz de darla con esperanza renovada.
¿Eres optimista o pesimista?.

DÉCIMO: Observa si consciente o inconscientemente salen de tu boca expresiones como éstas: "Yo ya no"... "Conmigo que ya no cuenten" .... "Yo ya estoy bien así?"... "A mí ya nadie me cambia"... "Ya nunca jamás volveré a ceder"... "Ya estoy harto de..."!
Observa si se dan en ti actitudes cerradas, intolerantes, de juicio negativo precipitado. Observa, sobre todo, si te dejas llevar por la negatividad. Piensa en esta revisión de tu vida que Dios es siempre positivo: «no apaga la mecha que aún humea ni rompe la caña agrietada».

¡Ora, y reconoce la verdad ante Dios!





(Fuente: Jaume Boada i Rafí O.P.)

Nuestra Señora de la Mirada

Te doy gracias por estar a siempre a nuestro lado.
Eres don incondicional y servicio desinteresado.
No nos abandonas nunca y eres Madre educadora que nos corriges y sostienes cuando nos distanciamos del Creador.
Eres Auxiliadora en las pruebas y Mediadora en nuestras necesidades.
Pero más que nada: eres Madre, que nos cuidas, nos proteges y nos guías en el crecimiento del espíritu y en el amor a los demás.
Nos dejaste el ejemplo: Hablaste poco y te retiraste a un costado, pero con firme presencia.
Sufriente al pie de la cruz y maestra de la perseverante oración.
Hoy te quiero regalar un nuevo título: Nuestra Señora de la Mirada.
Tus ojos brillosos reflejan la ternura y la emoción de tu corazón, vacío de sí pero colmado en plenitud de un amor generoso, dispuesta a escuchar y a interceder ante tu Hijo querido.
Y ese especialísimo Don que Dios te regaló, lo tienes en tu mirada, que trasunta la limpieza de tu alma y la fidelidad a tu compromiso.
Mirada de ATENCION hacia nuestro sufrimiento y nuestras infidelidades para transformarlas en ofrecimiento silencioso.
Mirada atenta para que no nos desviemos del camino.
Mirada tierna y siempre despierta para hacernos sentir hijos predilectos del Amor del Padre.
Mirada...que da fuerza y alegría para ir al encuentro de quien dió su vida por nosotros.
Madre, te damos gracias por estar incondicionalmente siempre a nuestro lado.
Amen. 


San Eleuterio de Tournai

Vivió en un periodo sumamente difícil en la historia de Francia: probablemente nació en el año 456, y murió en el 531.
Es la época en que la Galia, ya meta de varias migraciones bárbaras – convertidos mal al cristianismo, pues pasaron de la idolatría a la herejía arriana – se convirtió en tierra de conquista de los Francos del rey Clodoveo. A la conversión de estos contribuyeron la esposa cristiana, Clotilde, venerada como santa, el obispo de Reims, San Remigio, y San Eleuterio, elegido obispo de Tournai en el 484, cuando Clodoveo había hecho de esta ciudad la capital de su reino, antes de emprender la conquista de la región parisiense.
Aunque no poseamos ningún documento históricamente seguro sobre la actividad de este santo obispo y sobre su obra misionera, una biografía atribuida a San Medardo cuenta muchas anécdotas de la vida de San Eleuterio y sobre sus contactos con el rey pagano Clodoveo. EL mismo Medardo le predijo que un día llegaría a ser obispo, pero esa profecía equivalía a un augurio de vida difícil, incluyendo el martirio.
Los pueblos bárbaros, que de las regiones orientales se iban trasladando hacia las verdes colinas de Francia, no conocían otra autoridad sino la de su rey. Al obispo de Tournai le correspondió la tarea de sembrar la palabra de Dios entre un pueblo rudo e idólatra, los Francos, que en el 506 recibirán en masa el bautismo, siguiendo el ejemplo de su rey, después de la victoria contra los Alemanes de Tolbiac. Pero el honor de esta abundante mies le corresponderá a San Remigio.
En la catedral de Tournai, meta de numerosas peregrinaciones, reposan los restos de San Eleuterio, el humilde e infatigable obrero del Evangelio, que tuvo como campo de trabajo la nueva frontera del cristianismo, representada por los pueblos bárbaros.

Mc 9, 14-29

Después de la Transfiguración, Jesús, Pedro, Santiago y Juan bajaron del monte. Llegaron donde estaban los otros discípulos y los encontraron en medio de una gran multitud, discutiendo con algunos escribas. En cuanto la multitud distinguió a Jesús, quedó asombrada y corrieron a saludarlo. Él les preguntó: "¿Sobre qué estaban discutiendo?". Uno de ellos le dijo: "Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo. Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la boca; entonces le crujen sus dientes y se queda rígido. Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero no pudieron". "Generación incrédula, respondió Jesús, ¿hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo". Y ellos se lo trajeron. En cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por la boca. Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que está así?". "Desde la infancia, le respondió, y a menudo lo hace caer en el fuego o en el agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos". "¡Si puedes...!", respondió Jesús. "Todo es posible para el que cree". Inmediatamente el padre del niño exclamó: "Creo, ayúdame porque tengo poca fe". Al ver que llegaba más gente, Jesús increpó al espíritu impuro, diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, Yo te lo ordeno, sal de él y no vuelvas más". El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían: "Está muerto". Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño se puso de pie. Cuando entró a la casa y quedaron solos, los discípulos le preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?". Él les respondió: "Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración".
Señor dame el amor que lleva a Tu Camino, la fe para no desmayar, la esperanza que no decepciona. No permitas que sea la piedra en el camino
Dicen por ahí
que si hay Dios esta lejos,
pero tú y yo sabemos,
que esta cerca, en tu hermano
… y esta en ti muy adentro.