"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mc 2, 23-28
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos
comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le
dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?". Él
les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando
él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la
Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a
sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los
sacerdotes?". Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el
hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño
también del sábado".
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