Señor, dame la valentía de arriesgar la vida por ti,
el gozo desbordante de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar
y pies para caminar al paso de los hombres.
Entrega, Señor, entrega para “dar la vida”
desde la vida, la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu
para ser conducidos a dar la vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco
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