SAN LORENZO O`TOOLE (1128-1180) nació en Castledermot, en Kildare, Irlanda, en el seno de una familia ilustre.
San
Lorenzo O’Toole nació con el nombre de Lorcan Ua Tuathail, hijo de
Murtagh, jefe del clan Murray; su madre pertenecía al clan O’Byrne.
El
rey de Leinster, Dermot Mc Murrogh, lo tuvo como rehén durante dos
años, durante los cuales lo trató con suma crueldad. Cuando Lorenzo fue
liberado finalmente, en el trayecto de regreso, luego de una pernocta en
Glendalough, en el convento, el muchacho sintió tanta armonía que pidió
permiso de quedarse ahí.
Así, a los doce años de edad ingresó a
la escuela monacal de Glendalough. La tradición cuenta que él siempre
conservó una celda en ese convento, adonde se retiraba a rezar cuando le
era posible, especialmente durante la Cuaresma.
Trece años
permaneció San Lorenzo en ese santuario, destacándose por su piedad y
amor al prójimo. Fue por eso que al fallecer Dunlaing, el abad, en 1154,
San Lorenzo O’Toole fue electo por unanimidad abad de San Kevin.
Humildemente
permaneció San Lorenzo en el cargo varios años, hasta 1161. Entonces,
cuando murió el arzobispo de Dublín, Gregorio, San Lorenzo O’Toole fue
llamado para sustituirlo. Ya como arzobispo, destacó por la cantidad de
iglesias que mandó construir en toda Irlanda.
Cuando los anglo
normandos invadieron Irlanda en 1170, San Lorenzo O’Toole fungió con
buena fortuna como intermediario durante el sitio de Dublín.
Enrique
II, el rey de Inglaterra, desembarcó en Irlanda sintiéndose monarca de
esa isla, interpretando a su favor ciertos decretos extendidos por el
papa Adrián IV, que era de origen inglés.
Tras una larga
negociación, en la que San Lorenzo jugó un papel fundamental, el rey
inglés aceptó ceder buena parte de la isla a Roderic O´Connor, monarca
irlandés.
Por su participación en el tercer Concilio Lateranense
convocado en Roma, San Lorenzo recibió importantes nombramientos por
parte del nuevo papa, Alejandro III, y regresó a Irlanda.
Sabiéndose
apoyado por el papa, en 1180 San Lorenzo viajó a Inglaterra para
pedirle a Enrique II que dejara en paz a los irlandeses, pero el
soberano le había tomado animadversión, probablemente por saber que las
prerrogativas que él había tenido ahora eran del arzobispo de Dublín.
El
rey de Inglaterra se retiró a Eu, en Normandía, al norte de Francia, y
hasta allá lo siguió San Lorenzo O’Toole, incansable en sus esfuerzos de
pacificación para su gente.
A ese sitio llegó ya enfermo, y
aunque fue recibido en la abadía agustina del lugar, el frío de
noviembre terminó de minar su salud, y San Lorenzo falleció antes de
poder entrevistarse con el rey Enrique II.
San Lorenzo O’Toole fue canonizado en 1225 por el papa Honorio III. Se le venera especialmente en Irlanda.
SAN LORENZO O`TOOLE nos enseña el valor de negociar siempre la paz.
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