SAN PEDRO CANISIO (1521-1597) nació en Nimega, Holanda, en la época del cisma protestante.
San
Pedro Canisio vino al mundo con el nombre de Peter de Hondt, o Pietr
Kanijs. Era hijo del burgomaestre de su ciudad, que quedaba entonces
bajo el ámbito de los países alemanes.
De joven, Pedro estudió
derecho canónico en Lovaina y derecho civil en Colonia; en esta ciudad
pasaba su tiempo libre en el monasterio cartujo, y ahí leyó y estudió
detenidamente un pequeño libro que acababa de aparecer: los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola.
Esta
lectura fue crucial para San Pedro Canisio, pues transformó
completamente su vida, decidiéndolo a ingresar, bajo la dirección del
padre Pedro Faber, como octavo integrante y primer alemán de la Compañía
de Jesús, en 1543.
A partir de entonces, San Pedro Canisio fue
un gran difusor de la fe. Enseñó en las universidades de Colonia y
Viena, y predicó el catolicismo en Alemania, Suiza, Austria y Bohemia.
A
él se debe la publicación de las obras de San Cirilo de Alejandria, San
León Magno y San Jerónimo. También participó activamente en el Concilio
de Trento, como teólogo y consejero del papa Pío V.
San Pedro
Canisio fue vocero de la comunidad católica en Colonia, cuyo arzobispo
había abrazado el protestantismo, y también fue el fundador de la Orden
Jesuita en Alemania, convirtiéndose en el segundo apóstol de ese país,
luego de San Bonifacio.
Luego de fungir treinta años como
Provincial de la Orden en los países alemanes, en 1580 San Pedro Canisio
se traslada a Friburgo, Suiza, donde fundó un colegio, el cual con el
tiempo se transformó en la Universidad de Friburgo.
En esa ciudad
falleció el gran contrarreformista. San Pedro Canisio fue canonizado en
1925 por el papa Pío XI, quien también lo designó Doctor de la Iglesia.
SAN PEDRO CANISIO nos enseña la importancia de buscar siempre la concordia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario