SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI (1850-1917) nació en Sant’Angelo Lodigiano, cerca de Milán, Italia.
Santa
Francisca fue la última de 13 hijos de un matrimonio de campesinos; a
pesar de quedar huérfana muy pronto, ya desde pequeña se interesó por
ayudar a otros niños necesitados.
De joven quiso ingresar a un
convento, pero no fue admitida a causa de su delicada salud. Santa
Francisca Xavier se dedicó entonces a servir en el orfanatorio de
Codogno, al cual llegó a dirigir.
En 1880, Santa Francisca Xavier
Cabrini fundó la Orden de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón,
poniéndola bajo la protección de San Francisco Xavier, de quien ella
tomó el nombre y el ejemplo misionero.
En esa época, el número de
inmigrantes italianos a Estados Unidos era sumamente grande, y por
encargo del papa León XIII, Santa Francisca se trasladó a América para
servirles de ayuda. Fue el primero de 24 viajes intercontinentales que
realizó.
Dando prioridad a los enfermos y los huérfanos, Santa
Francisca Xavier realizó 67 fundaciones: casas para inmigrantes,
escuelas, orfanatorios e incluso hospitales.
La madre Cabrini
trabajó arduamente en Nueva York, y posteriormente en Chicago y en
California, y más tarde incluso en Sudamérica.
En Chicago
estableció finalmente la casa matriz de su Orden, y recibió la
ciudadanía estadounidense en 1909. En esa ciudad falleció ocho años
después, tras una vida de incansable actividad.
Al morir, el 22 de diciembre de 1917, dejó fundadas 67 casas con más de 2.000 religiosas.
Su cuerpo fue
trasladado a la ciudad de Nueva York, donde reposa en la iglesia de la
“Mother Cabrini High School”, una de las escuelas que fundó.
Santa Francisca Xavier Cabrini fue canonizada en 1946 por el papa Pío XII. Es la santa patrona de los migrantes.
SANTA FRANCISCA XAVIER CABRINI nos enseña el valor de ayudar a los desorientados que buscan una nueva vida.
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