Ser presencia
Ser presencia, Señor, es hablar de Ti sin nombrarte; callar cuando es
preciso que el gesto reemplace la palabra. Ser luz que ilumina el
lenguaje del silencio, y voz, que surgiendo de la vida, no habla... Es
decirle a los demás que estamos cerca, aunque sea grande la distancia
que separa. Es intuir la esperanza de los otros, y simplemente,
llenarla...Es sufrir con el que sufre y desde dentro, mostrarle que Dios cura nuestras llagas. Es reir con el que ríe y alegrarse con el gozo del hermano, porque ama.
Es gritar con la fuerza del Espíritu, la verdad: que desde Dios siempre
nos salva. Es vivir expuestos y sin armas, confiando ciegamente en tu
Palabra.
Es llevar el "desierto" a los hermanos, compartir tus
Misterios y decirles que los amas...Es saber escuchar tu mensaje en
silencio, y "ver" por ellos cuando la fe pareciera que se apaga...Ser
presencia, Señor, es saber esperar tus tiempos sin apresuramientos y con
calma...Es dar serenidad con una paz muy honda.Es vivir la tensión del
desconcierto en una Iglesia que, porque crece, cambia. Es abrirse a los
"signos de los tiempos" manteniéndose fiel a tu Palabra.
Es en fin,
Señor, ser caminante en el camino poblado de hermanos, gritando en
silencio que estás vivo y que nos tienes tomados de la mano. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario