"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mc 8, 1-10
En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué
comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta
multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer.
Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y
algunos han venido de lejos". Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se
podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?". Él
les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete".
Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después
tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus
discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la
multitud. Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de
pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.
Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo
que había sobrado. Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los
despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la
región de Dalmanuta.
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