"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 8, 31-42
Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes
permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos:
conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos le respondieron:
"Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie.
¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?". Jesús les
respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. El
esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio,
permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán
realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero
tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo
que he visto junto al Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su
padre". Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les
dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él. Pero ahora
quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de
Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran como su padre". Ellos le
dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo
Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: "Si Dios fuera su Padre, ustedes
me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por
mí mismo, sino que él me envió".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario