No tenemos muchas noticias acerca de san Guillermo Tempier, pero su
memoria estuvo desde el origen ligada al 29 de marzo y así la reporta el
Martirologio Romano.
Se desconoce cuándo y dónde nació,
se cree que en Poitiers (Francia), porque era Canónigo Regular en San
Hilario de Poitiers, fue elegido obispo de esa ciudad en 1184, como lo
prueba un documento de ese año.
Es recordado por su
valentía en la defensa de los derechos y bienes de su diócesis; esto
también se sustenta en un documento de 1185, que lo señala como defensor
contra los perseguidores de la Diócesis, y dotado de viril paciencia.
En
1191 aparece como «Guillermo el fuerte», en ese año obligó a una de sus
vasallos a prestarle el debido homenaje; no hay que olvidar que era la
Edad Media, y las costumbres generales de la época obligaban a asumir
actitudes, para nosotros hoy incomprensibles.
Después de
trece años de intenso episcopado, murió el 29 de marzo de 1197, y fue
enterrado en la iglesia de San Cipriano. Guillermo Tempier, el obispo
que en vida fue fuertemente confrontado por los notables de la diócesis,
de muerto fue honrado como santo; señal de que, además de la energía
expresada en la conducción administrativa y política de la diócesis, en
el campo pastoral fue un gran obispo, atento a la vida espiritual de sus
fieles, para quienes era un ejemplo íntegro.
El pueblo de Poitiers se dirigía a su tumba para ser curados de hemorragias.
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