"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Dios
todopoderoso y eterno, tú que, cuando María llevaba en su seno a tu
Hijo, le inspiraste que visitara a su prima santa Isabel, haz que
nosotros seamos siempre dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu, para
que, con María, podamos proclamar eternamente tu grandeza. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
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