María, gracias por enseñarme a entregar mi voluntad a Dios,
a no querer cumplir todos mis deseos, por muy importantes
que me puedan parecer, a saber dejar todo en manos
de nuestro Padre y Señor. Quiero imitar tu bondad y
disposición para ayudar a los demás. Intercede por mí para
que sepa imitar esas virtudes que más agradan a tu
Hijo, nuestro Señor.
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