"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 5, 20-26
Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si la justicia de ustedes
no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino
de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No
matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les
digo que todo aquél que se enoja contra su hermano merece ser condenado
por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta merece ser castigado por el
Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno. Por lo tanto, si al
presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene
alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a
reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu
ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario,
mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al
juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás
de allí hasta que hayas pagado el último centavo".
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