María,
tu luz pura,
reflejo de la gloria,
brilló entre mi penumbra,
iluminó las sombras,
esclareció mis dudas,
glorificó la aurora.
Eres mi faro y guía,
mi asidero, mi roca,
madre eterna y amiga
que mi olvido perdona,
tu mano en mis espinas
es caricia de alondra.
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