"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 13, 18-23
Jesús dijo a sus discípulos: Escuchen lo que significa la parábola del
sembrador. Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende,
viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón:
éste es el que recibió la semilla al borde del camino. El que la recibe
en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta
en seguida con alegría, pero no la deja echar raíces, porque es
inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a
causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe. El que recibe la semilla
entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las
preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no
puede dar fruto. Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que
escucha la Palabra y la comprende. Éste produce fruto, ya sea cien, ya
sesenta, ya treinta por uno.
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