"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 13, 24-30
Jesús propuso a la gente esta parábola: El Reino de los Cielos se parece
a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos
dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue.
Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la
cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron:
"Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que
ahora hay cizaña en él?". Él les respondió: "Esto lo ha hecho algún
enemigo". Los peones replicaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?".
"No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro
de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha,
y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y
átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi
granero".
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