"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 13, 36-43
Dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se
acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el
campo". Él les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo
del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que
pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el
enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y
los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la
quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo
del hombre enviará a sus ángeles, y éstos quitarán de su Reino todos
los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno
ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos
resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos,
que oiga!".
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