"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 6, 51-59
Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que
coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne
para la Vida del mundo". Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo
este hombre puede darnos a comer su carne?". Jesús les respondió: "Les
aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su
sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi
carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que
come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo,
que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de
la misma manera, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan bajado del
cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de
este pan vivirá eternamente". Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de
Cafarnaúm.
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