Páginas


Madre Admirable, que muestras a tus hijos el camino del progreso interior, ayúdanos a vivir ese silencio que permite oír a Dios; enséñanos esa pequeñez que excluye toda vana pretensión, que sabe ser dócil y servicial. Túe que respondiste siempre al menor deseo de Dios, danos el imitarte en esa prontitud del amor y en ese entusiasmo lleno de fe que tuviste para cumplir con Su palabra, aun en medio de las dificultades.

Madre Admirable, ruega por nosotros y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. 
Amen

No hay comentarios:

Publicar un comentario