"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 23, 1-12
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y fariseos
ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos
les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
Atan pesadas cargas, difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros
de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el
dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y
alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos
en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados
en las plazas y oírse llamar "mi maestro" por la gente. En cuanto a
ustedes, no se hagan llamar "maestro", porque no tienen más que un
Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen
"padre", porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen
llamar tampoco "doctores", porque sólo tienen un Doctor, que es el
Mesías. El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se
eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.
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