Cuando nos
cueste ser bondadosos, recordemos la bondad de Dios hacia nosotros y pidámosle
que nos haga más buenos. Cuando nos falte paciencia, agradezcámosle la que Él
nos tiene y pidámosle que nos haga más pacientes. Cuando nos sea difícil
perdonar, no hagamos una lista con todo lo que nos hayan hecho, mejor
recordemos todas las veces que Él nos ha perdonado y pidámosle que nos haga más
indulgentes.
"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Cuando nos cueste ser bondadosos, recordemos la bondad de Dios hacia nosotros y pidámosle que nos haga más buenos. Cuando nos falte paciencia, agradezcámosle la que Él nos tiene y pidámosle que nos haga más pacientes. Cuando nos sea difícil perdonar, no hagamos una lista con todo lo que nos hayan hecho, mejor recordemos todas las veces que Él nos ha perdonado y pidámosle que nos haga más indulgentes.
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