"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 3, 13-17
Jesús dijo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo,
el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés
levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el
Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en
él tengan vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su
Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga vida
eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por él".
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