Páginas

Madre mía Inmaculada...



Madre mía Inmaculada,
que, por haber recibido
en tu seno al Verbo de Dios,
eres Trono de la Gloria y de
la Sabiduría, alcánzame la
gracia de trabajar con orden
y constancia, con intensidad
y presencia de Dios, con pureza
de intención y afán de servicio.

Haz que mi trabajo me acerque
cada día más a ti y a tu divino
Hijo; que nunca me olvide de
ofrecértelo, como ahora lo hago,
para que mis horas de trabajo sean,
de verdad, horas de oración.

Ayúdame también, Señora,
a lograr el fruto humano y
sobrenatural que Dios espera
de mi trabajo (o estudio), para que,
santificándome, alcance la dicha de
amarte para siempre en el Cielo

Amen.


No hay comentarios:

Publicar un comentario