Alégrate tú, María,
de Dios mujer agraciada,
que el Señor está contigo
favorecida y amada.
De Jesús eres la Madre
la Virgen más venerada
pues antes de hacerte madre
fuiste la mujer colmada
de gracia y de bendición,
que Dios contigo contaba
para hacer la Redención.
Por eso el pueblo te canta
Virgen gloriosa María
y tus virtudes ensalza
rebosante de alegría.
Por ser la llena de Gracia
mujer tan buena y sencilla
te abrimos con gozo el alma.
Ruega por tus hijos, Madre,
que en este valle de lágrimas
imploran tu protección
y con la misma alabanza
de aquella mujer de pueblo
hoy también la gente aclama:
feliz vientre que llevó
al que es del mundo esperanza
y los pechos que criaron
al Dios de la nueva Alianza.
de Dios mujer agraciada,
que el Señor está contigo
favorecida y amada.
De Jesús eres la Madre
la Virgen más venerada
pues antes de hacerte madre
fuiste la mujer colmada
de gracia y de bendición,
que Dios contigo contaba
para hacer la Redención.
Por eso el pueblo te canta
Virgen gloriosa María
y tus virtudes ensalza
rebosante de alegría.
Por ser la llena de Gracia
mujer tan buena y sencilla
te abrimos con gozo el alma.
Ruega por tus hijos, Madre,
que en este valle de lágrimas
imploran tu protección
y con la misma alabanza
de aquella mujer de pueblo
hoy también la gente aclama:
feliz vientre que llevó
al que es del mundo esperanza
y los pechos que criaron
al Dios de la nueva Alianza.
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