"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Dios, hazme ir más despacio...
Dios, hazme ir más despacio, alivia el golpeteo
de mi corazón calmando mi mente. Calma mi apurado
paso con una visión del alcance eterno del tiempo.
Dame, En medio de la confusión del día, la calma de
las lomas perpetuas.
Rompe las tensiones de mis nervios y músculos,
con la sosegadora música de los arroyuelos gorjeantes
que viven en mi memoria, ayúdame a conocer el poder
mágico y reparador del sueño.
Enséñame el arte de tomar breves vacaciones, de
ir más despacio para poder mirar una flor, conversar
con un amigo, acariciar un perro, leer unas líneas de
un buen libro.
Dios, hazme ir más despacio, e inspírame a enterrar
mis raíces, profundamente, en la tierra de los valores
duraderos de la vida, que pueda yo crecer hasta alcanzar
las estrellas de mi destino.
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