"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 12, 39-48
Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa
supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las
paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del
hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó entonces:
"Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor
le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor
pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en
el momento oportuno? ¡Feliz aquél a quien su señor, al llegar, encuentra
ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos
sus bienes. Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar',
y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a
comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora
menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los
infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo
las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto
recibirá un castigo severo. Pero aquél que, sin saberlo, se hizo también
culpable será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho se le
pedirá mucho; y al que se le confió mucho se le reclamará mucho más".
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