"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 19, 41-44
Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar
por ella, diciendo: "¡Si tú también hubieras comprendido en este día el
mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días
desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te
sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus
hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra,
porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por
Dios".
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