"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mc 13, 24-32
Jesús dijo a sus discípulos: "En aquellos días, el sol se oscurecerá, la
luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se
conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de
poder y de gloria. Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus
elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del
horizonte. Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus
ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de
que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas
estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que
no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto a ese día y a la
hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie
sino el Padre".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario