"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 21, 25-28. 34-36
Jesús dijo a sus discípulos: "Habrá señales en el sol, en la luna y en
las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia
ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres
desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al
mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del
hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience
a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por
llegarles la liberación. Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los
excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día
no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá
a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren
incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así
podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario