Mi Amado Jesús, qué fácil me resulta ver los defectos ajenos y las
virtudes propias, y qué difícil detectar los propios defectos y las virtudes de
los demás: es fruto de mi egoísmo. Oh Señor, cada día compruebo lo que le falta
a este pobre discípulo que soy para asemejarme a Tí. Ayúdame a ser
misericordioso y que no me atreva nunca a juzgar a los demás. Haz que hoy logre
tratar a los demás como Tú me tratas, mi Señor.
"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mi Amado Jesús, qué fácil me resulta ver los defectos ajenos y las virtudes propias, y qué difícil detectar los propios defectos y las virtudes de los demás: es fruto de mi egoísmo. Oh Señor, cada día compruebo lo que le falta a este pobre discípulo que soy para asemejarme a Tí. Ayúdame a ser misericordioso y que no me atreva nunca a juzgar a los demás. Haz que hoy logre tratar a los demás como Tú me tratas, mi Señor....
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