"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mc 6, 34-44
Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como
ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había
hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Éste es un lugar
desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a los
campos y poblaciones cercanos a comprar algo para comer". Él respondió:
"Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "¿Tendríamos que ir a
comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?". Jesús
preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después de
averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados". Él les ordenó que
hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se
sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes
y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la
bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para
que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de
sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil
hombres.
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