"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón para que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas. Guíanos por la senda que nos marcaste y nunca permitas que nos alejemos de Tí. Amén.
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con
la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón para
que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las
obras de las tinieblas. Guíanos por la senda que nos marcaste y nunca
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