Jesús dijo a sus discípulos: Sean misericordiosos, como el Padre de
ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y
no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará.
Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y
desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará
para ustedes.
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