"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 7, 1-2. 10. 14. 25-30
Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los
judíos intentaban matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Chozas.
Cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en
secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta,
cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar. Algunos de Jerusalén
decían: "¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla
abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades
que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste;
en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es". Entonces
Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y
saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero
el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo
conozco, porque vengo de él y es él el que me envió". Entonces quisieron
detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había
llegado su hora.
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