"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 8, 51-59
Jesús dijo a los judíos: "Les aseguro que el que es fiel a mi palabra no
morirá jamás". Los judíos le dijeron: "Ahora sí estamos seguros de que
estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: 'El
que es fiel a mi palabra no morirá jamás'. ¿Acaso eres más grande que
nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron.
¿Quién pretendes ser Tú?". Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí
mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el
mismo al que ustedes llaman 'nuestro Dios', y al que, sin embargo, no
conocen. Yo lo conozco y si dijera: 'No lo conozco', sería, como
ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi
Día: lo vio y se llenó de alegría". Los judíos le dijeron: "Todavía no
tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?". Jesús respondió: "Les
aseguro que desde antes que naciera Abraham, yo soy". Entonces tomaron
piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del templo.
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