"Una
palabra buena se dice pronto. Sin embargo se nos hace tan difícil
pronunciarla a veces. Nos detiene el cansancio, nos distrae las
preocupaciones, nos frena un sentimiento de frialdad o de indiferencia
egoísta. Así sucede que pasamos al lado de personas, a las cuales aún
conociendo, apenas les miramos el rostro y no nos damos cuenta de lo que
están sufriendo por esa sutil agotadora pena de sentirse ignoradas". -
Beato Juan Pablo II
No hay comentarios:
Publicar un comentario