Jn 20, 2-9
El
primer día después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa
donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y
les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo
habrán puesto". Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro.
Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa
que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose,
miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso, llegó
también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro.
Observó los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado
sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino
doblado en sitio aparte. Entonces, entró también el otro discípulo, el
que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta
entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús
debía resucitar de entre los muertos.
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