San Felipe nació en Florencia, Italia, en 1515.
En su juventud dejó fama de amabilidad y alegría entre sus
compañeros y amigos.
Siendo joven abandonó una cuantiosa fortuna y se dirigió a Roma.
Los
dos primeros años Felipe se ocupaba casi únicamente en leer, rezar,
hacer penitencia y meditar. Por otros tres años estuvo haciendo
estudios de filosofía y de teología. Fue ordenado de sacerdote,
en el año 1551.
Por inspiración de Dios se dedicó
por completo a enseñar catecismo a las gentes pobres. Roma estaba
en un estado de ignorancia religiosa espantable y la corrupción de
costumbres era impresionante. Por 40 años Felipe será el mejor
catequista de Roma y logrará transformar la ciudad.
En la
Ciudad Eterna pasó casi toda su vida practicando la caridad y
dedicándose a la educación de la juventud.
Al no poder ir a
las misiones de las Indias, fundó hospitales y la
Congregación del Oratorio, que tantos sacerdotes santos y
sabios dio al mundo.
Jamás aceptó dignidad alguna que le fuera ofrecida por los papas.
Murió en 1595 y fue declarado Patrono de la Ciudad de Roma.
E l Papa lo declaró santo en el año 1622.
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