Si
conozco al Buen Pastor no debo temer a la pobreza, porque el Señor es mi pastor
y nada me faltará. No debo temer a la soledad, porque Él estará conmigo. No
debo temer a equivocarme, porque Él me guiará por el camino correcto. No debo
temer al fracaso, porque Él confortará mi alma. No debo temer al futuro, porque
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario