Páginas

Cuando Tú estás junto a mí
me siento confiado y seguro.
Tu auxilio maternal
me hace experimentar
el calor de tu ternura.
Acompáñame siempre,
¡Oh Virgen Santísima! Nunca te alejes de mí,
incluso cuando yo me muestre ingrato;
apelo a tu comprensión y perdón de Madre.
Tu dulce perseverancia
será siempre un ardoroso ejemplo
y un aliciente para mi fidelidad.
Amén.



No hay comentarios:

Publicar un comentario