"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 10, 38-42
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en
su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del
Señor escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los
quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi
hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Pero el
Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas
cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor
parte, que no le será quitada".
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