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Diez pistas para un camino de oración


1.- Sitúate ante el mundo que te rodea.
No todo da lo mismo. Todas las posturas tienen cabida, pero no todas tienen futuro.
“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (GS 1).

2.- Dedica unos momentos a pensar tu vida y ponte en verdad.
No construyas tu identidad comparándote con otros.

3.- Percibe el deseo de Dios que hay en tu corazón.
Basta una pequeña brasa para encender un gran fuego.
“El roble está latente en el fondo de la bellota” (Ira Progoff). “El reino de Dios está dentro de vosotros” (Lc 17,21).

4.- Haz silencio para ponerte ante una presencia.
Busca la soledad para llegar al encuentro.
“No es el silencio del que no tiene nada que decir, sino el silencio del que teniendo muchas cosas que decir, se calla” (Beato Rafael).

5.- Ábrete a la Palabra. Lee con detenimiento, comprende lo que lees, dialoga con la Palabra, quédate en silencio ante ella, deja que la Palabra te construya.
“He manifestado que en nuestro mundo europeo, siempre incrédulo, ateo e indiferente, un cristiano no puede conseguir vivir la fe si no logra familiarizarse con la Palabra de Dios, si no se alimenta cada día de una Palabra, si no permite que el misterio de la gratuidad divina penetre en su evidencia” (Martíni).

6.- Recuerda que orar es “tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (Santa Teresa).

7.- Aprovecha este momento para discernir tu vida y descubrir qué es lo que te pide Dios para que seas feliz, para que brote tu mejor tú.

8.- Concreta tu momento de oración en un compromiso.
“El verdadero abrazo a Dios se lo damos en la vida”

9.- Disponte a intercambiar los dones para construir un mundo nuevo.
“Al darnos nos vamos creando” “Pasarnos la emoción, el lirismo, el sentido de lo bello, el sentido de Dios” (Tomás Álvarez).

10.- Descubre qué tarea tienes que privilegiar en tu comunidad cristiana para recorrer con los demás el camino del encuentro con Dios en la oración.
“Lo que gratis habéis recibido, dadlo gratis”

Fuente: www.cipecar.org


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