"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 5, 27-32
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a
la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él,
dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran
banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que
estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y
decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con
publicanos y pecadores?". Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son
los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no
he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan".
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