"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Lc 19, 1-10
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy
rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver
quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de
baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder
verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró
hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que
alojarme en tu casa". Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de
un pecador". Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, yo doy la
mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy
cuatro veces más".Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta
casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo
del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario