"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mira, Señor...
Mira, Señor, mi corazón pobre, que como un gorrioncillo
busca abrigo en tus manos, toma mi arcilla
y moldéala según los proyectos que tienes para mí este día
Quiero estar ante tus ojos y dejarme penetrar por tu mirada;
delante de tus ojos, Señor, me siento pequeño y frágil.
Derrama al comenzar la mañana tu ternura y tu bondad
para que mi corazón se sienta fuerte y animoso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario